El departamento de Guaviare, Colombia, se encuentra en el centro de una situación tensa que involucra a militares, comunidades locales y disidencias de las FARC. Aproximadamente 60 soldados de la Fuerza de Tarea Omega permanecen retenidos por la comunidad, en un contexto de presión por parte de grupos armados ilegales.

El ministro de Defensa, Iván Velásquez, ha declarado que esta situación podría poner en peligro el cese al fuego acordado con las estructuras lideradas por alias ‘Calarca’. Velásquez advirtió que la prórroga del cese, vigente hasta el 15 de octubre, podría suspenderse si no hay un “real compromiso” por parte del grupo ilegal.

Los hechos se desencadenaron tras las amenazas y extorsiones de Alexis Guerra, alias ‘Cancharino’, miembro de la estructura Jorge Suárez Briceño. Este grupo obligó a los comerciantes locales a cerrar sus negocios entre el 22 y el 26 de julio, lo que motivó el despliegue militar en la zona.

Las Fuerzas Militares informaron que las tropas fueron ubicadas estratégicamente en varias veredas para “mitigar la extorsión que afecta a la economía local” y realizar tareas de control y patrullaje.

Sin embargo, la situación es compleja. Willy Rodríguez, alcalde de San José del Guaviare, ofrece una perspectiva diferente. Según el mandatario, quien visitó la zona, no se trata de un secuestro propiamente dicho. Rodríguez destaca la presencia de aproximadamente 600 personas de la Guardia Campesina y afirma que la protesta ha sido pacífica, sin agresiones ni desarme de los soldados.

Con información de wradio