Seis soldados del Ejército murieron al caer en campo minado en Valdivia, Antioquia
Por: Maria José Salcedo
5 julio, 2024
En la tarde del jueves 4 de julio, seis uniformados del Ejército Nacional de Colombia murieron durante combates con las disidencias de las FARC en la vereda Coposa, en el municipio de Valdivia, Antioquia. Los soldados pertenecían al Batallón de Operaciones Terrestres N°24.
El enfrentamiento ocurrió cuando el pelotón se disponía a retornar a su base y cayó en un área preparada con explosivos. Inicialmente, se confirmó la muerte de cuatro militares, pero posteriormente otros dos soldados heridos fallecieron debido a la gravedad de sus lesiones. Entre los uniformados muertos se encontraba un suboficial de grado sargento viceprimero, quien era el comandante de la maniobra operacional. Los heridos fueron evacuados en helicóptero a un centro médico cercano.
Rechazamos el vil asesinato de seis de nuestros soldados que cumplían con la misión de proteger a los habitantes de Valdivia, #Antioquia, quienes fueron atacados cobardemente mediante la activación de un área preparada con artefactos explosivos por el EMC. (1) pic.twitter.com/umw9RLMd1J
— Ejército Nacional de Colombia (@COL_EJERCITO) July 5, 2024
El presidente Gustavo Petro expresó sus condolencias a través de su cuenta en la red social X: “Lamentable la muerte de seis soldados en campo minado de Valdivia, Antioquia. Más jóvenes muertos en la guerra de la codicia… mi sentido pésame a sus familias de colombianos y colombianas decentes”.
Lamentable la muerte de seis soldados en campo minado de Valdivia, Antioquia. Más jóvenes muertos en la guerra de la codicia..mi sentido pésame a sus familias de colombianos y colombianas decentes.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) July 4, 2024
Además del incidente en Valdivia, el Ejército Nacional denunció una nueva práctica violatoria de los derechos humanos por parte de los criminales del Estado Mayor Central de las FARC. Según la denuncia, los disidentes están utilizando las viviendas de campesinos y familias de zonas rurales como trincheras en medio de los combates. Este tipo de acciones pone en grave riesgo a la población civil y constituye una violación flagrante del derecho internacional humanitario.
Un ejemplo de esta práctica se presentó en la vereda Alto Barandas, del municipio de Puerto Guzmán, Putumayo. Los disidentes se escondieron en una de las casas y, aun con población civil presente, iniciaron ataques contra la Fuerza Pública. Esta táctica no solo pone en peligro a los civiles, sino que también dificulta las operaciones militares en la región.
El conflicto armado en Colombia ha tenido un resurgimiento en varias regiones del país, especialmente en áreas donde operan las disidencias de las FARC. A pesar de los esfuerzos por consolidar la paz tras el acuerdo firmado en 2016, la violencia persiste debido a grupos que no se acogieron al proceso de desmovilización y a nuevas estructuras criminales que han surgido.