De acuerdo con los hechos conocidos, Livingston arribó a Colombia a finales de marzo con la intención de hospedarse en la capital antioqueña durante la Semana Santa. Sin embargo, desde los primeros días intentó ingresar a su habitación de hotel acompañado de las dos menores, lo que le fue impedido por razones de seguridad. Pese a esta restricción, el extranjero logró burlar los protocolos y consumar los abusos contra las víctimas, hechos que quedaron registrados en cámaras de seguridad del establecimiento hotelero.
Aunque Livingston fue detenido inicialmente por 12 horas, las autoridades decidieron dejarlo en libertad al no encontrarlo en flagrancia, determinación que generó polémica y permitió que el sospechoso huyera de inmediato hacia Estados Unidos.
Desde entonces, un operativo conjunto entre Colombia y el país norteamericano busca dar con su paradero para lograr su captura y procesamiento por los delitos de abuso sexual contra menores.
Las dos víctimas, una de ellas huérfana, se encuentran actualmente bajo medidas de protección por parte de autoridades y organizaciones especializadas, mientras avanza la recopilación de pruebas para una eventual solicitud de extradición.
Este nuevo caso de turismo sexual infantil ha generado indignación en Medellín, donde las autoridades trabajan para recuperar zonas como El Poblado y el Parque Lleras, consideradas focos de explotación sexual de menores.
Livingston se sumaría a la lista de extranjeros capturados por este tipo de delitos en la capital antioqueña, en un operativo que busca erradicar estas conductas y proteger a las poblaciones más vulnerables de las redes de abuso y trata de personas.