Desde el pasado 1 de abril, ocho líderes religiosos pertenecientes a dos iglesias evangélicas permanecen desaparecidos en zona rural del municipio de Calamar, Guaviare. La desaparición se produjo luego de que atendieran una convocatoria realizada por una disidencia de las Farc para una supuesta reunión comunitaria. Desde entonces, no se ha tenido información sobre su paradero, lo que ha generado profunda preocupación entre sus familiares y organizaciones de derechos humanos.

Los desaparecidos eran ampliamente reconocidos en la región por su liderazgo social y participación activa en iniciativas comunitarias. Según testimonios de allegados, la reunión a la que fueron citados en la vereda Agua Bonita Media tenía como fin tratar asuntos comunitarios. Sin embargo, después de su asistencia, se perdió completamente el contacto con ellos.

La Defensoría del Pueblo se pronunció sobre el caso, rechazando enfáticamente la privación de la libertad de estas personas y exigiendo su liberación inmediata. “Entre el 4 y 5 de abril pasado, ocho personas fueron privadas de la libertad en la vereda Agua Bonita Media del municipio de Calamar, Guaviare. Hasta el momento no se tiene certeza del grupo armado responsable de los hechos y tampoco se cuenta con pruebas de supervivencia de estas personas“, expresó la entidad en un comunicado oficial.

El organismo defensor de los derechos humanos recordó que el derecho a conocer la suerte y paradero de personas desaparecidas está protegido por el Derecho Internacional Humanitario. En ese sentido, hizo un llamado a los grupos armados ilegales para que entreguen información a las familias afectadas.

Además, la Defensoría instó a la Fiscalía General de la Nación a activar con urgencia el Mecanismo de Búsqueda de Personas Desaparecidas, con el objetivo de avanzar en la localización de los líderes religiosos. También solicitó a las autoridades civiles y militares reforzar la seguridad en esta zona del país, históricamente golpeada por el conflicto armado.