Nueva masacre y atentado con carro bomba agravan la crisis de violencia en el norte del Cauca

Por: Maria Jose Salcedo

4 noviembre, 2025

Nueva masacre y atentado con carro bomba agravan la crisis de violencia en el norte del Cauca

El norte del departamento del Cauca vivió un nuevo fin de semana de terror. Cuatro personas, entre ellas una menor de 17 años, fueron asesinadas en la madrugada de este lunes festivo en el municipio de Corinto, mientras que un atentado con carro bomba en Suárez dejó dos civiles muertos y varios heridos, incluidos un policía y una niña de seis años.

El primer hecho ocurrió en un establecimiento conocido como El Cantinazo, en la zona urbana de Corinto. Según versiones preliminares, hombres armados irrumpieron en el lugar y dispararon indiscriminadamente contra las personas que se encontraban allí. Tres víctimas más resultaron gravemente heridas y fueron trasladadas a hospitales de Cali y Miranda.

Las autoridades atribuyen la masacre a integrantes de una estructura de las disidencias de las FARC bajo el mando de alias “Iván Mordisco”. Estos grupos, entre ellos el frente Dagoberto Ramos y el frente 57 Jair Bermúdez, se disputan el control de corredores estratégicos utilizados para el tráfico de armas, droga y otros economías ilegales.

Leonardo González, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), señaló que la confrontación entre estos frentes mantiene en riesgo constante a las comunidades del norte del Cauca. “La población civil está atrapada entre combates, amenazas, confinamientos y reclutamiento forzado de menores”, advirtió.

La situación de orden público se considera crítica. El departamento suma en lo corrido del año decenas de asesinatos selectivos, ataques a la fuerza pública y desplazamientos masivos, pese a los esfuerzos del Gobierno Nacional por reactivar los diálogos de paz con el Estado Mayor Central.

Horas después de la masacre en Corinto, otro hecho estremeció a la región: un carro bomba explotó en el municipio de Suárez, a pocos metros de la estación de Policía. Una segunda detonación se registró 20 minutos más tarde. El atentado dejó dos personas muertas, entre ellas un huésped de un hotel, y al menos cuatro heridos. Además, unas 30 viviendas y locales comerciales sufrieron daños estructurales.

El ataque fue atribuido a la estructura Jaime Martínez, también vinculada al grupo de alias “Iván Mordisco”. Ante la gravedad de los hechos, el comandante de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides, se desplazó a Popayán para coordinar la respuesta operativa y anunció una recompensa por información que conduzca a la captura de los responsables.

Cubides explicó que las autoridades manejan dos hipótesis: una apunta al uso de un artefacto lanzado contra la estación de Policía, y otra a la manipulación de cilindros dentro del hotel donde se registró la explosión, lo que sugiere que allí se estarían fabricando explosivos.

A estos hechos se suma el secuestro de un empresario en el municipio de Miranda, también en el norte del Cauca. Aunque el plagio fue confirmado por las autoridades locales, aún no se tienen detalles sobre su identidad ni su paradero.

El alcalde de Suárez, César Cerón, hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional para que refuerce la presencia militar y social en la zona. “No es justo que cada fin de semana tengamos ataques. La comunidad merece vivir tranquila. No nos dejen solos”, expresó.

La ola de violencia que azota al norte del Cauca vuelve a encender las alarmas sobre la capacidad de los grupos armados para desafiar la autoridad estatal y pone en evidencia la fragilidad de la seguridad en esta región estratégica del suroccidente colombiano.