Rodrigo Tovar Pupo, conocido como alias “Jorge 40,” antiguo líder paramilitar, enfrenta una nueva medida de aseguramiento por su presunta participación en un falso positivo ocurrido en Valledupar en 2003. Este líder, después de cumplir condena en Estados Unidos por narcotráfico, retornó a Colombia con la esperanza de retomar su vida civil, pero la Fiscalía lo vincula ahora a un brutal crimen de hace más de dos décadas.
Mediante un comunicado, la Fiscalía señala que la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, resolvió la situación jurídica del exjefe paramilitar y le impuso media de aseguramiento en centro carcelario “por su posible participación en el homicidio de tres campesinos en el corregimiento de La Mesa, en Valledupar (Cesar), el 22 de marzo de 2003”.
Para la Fiscalía, Jorge 40, en su condición de máximo cabecilla del Bloque Norte de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), habría sido el determinador en el asesinato de tres campesinos, cuyos subalternos habrían entregado los cuerpos a unidades militares del Batallón La Popa, para que estos simularan la existencia de un combate y presentaran los muertos como si correspondieran a integrantes de una organización criminal -inexistente- que tenía supuestamente injerencia en la región.
Este incidente, además, sería parte de las evidencias que dan cuenta de la cercanía que tenía el exjefe paramilitar con el entonces comandante del Batallón La Popa, el coronel Publio Hernán Mejía Gutiérrez, quien ha sido investigado como presunto responsable de varias ejecuciones extrajudiciales y se sometió a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Aunque alias Jorge 40 ha buscado beneficios judiciales en procesos anteriores, incluyendo Justicia y Paz y la JEP, las puertas se han cerrado para él. El proceso actual sigue el marco del sistema penal de la Ley 600, donde la Fiscalía lidera la investigación, recolección de pruebas y, ahora, impone medidas de aseguramiento.