En la noche del domingo, un ataque armado en el barrio Los Sauces, en la zona norte del municipio de Ocaña, Norte de Santander, dejó un saldo de cinco personas muertas y al menos seis heridas. Según testigos, hombres armados a bordo de motocicletas llegaron hasta dos establecimientos comerciales y abrieron fuego de manera indiscriminada contra quienes se encontraban en el lugar.

Tres de las víctimas quedaron tendidas a las afueras de una tienda, mientras que otras dos fueron asesinadas en el interior de un bar. Dentro de los fallecidos se encuentra una mujer. Las autoridades hicieron presencia en la escena del crimen para adelantar las investigaciones y determinar los responsables del ataque.

Masacre en Ocaña:
cinco personas fueron asesinadas en el barrio Los Sauces, en hechos ocurridos a menos de una cuadra de distancia. Tres de las víctimas fueron atacadas en una tienda, mientras que las otras dos fueron ultimadas al interior de un bar. pic.twitter.com/vOLGvhvNgv

— Cristian A. Santiago (@CSelPeriodista) March 10, 2025

Este hecho se suma a la creciente crisis de seguridad en la región del Catatumbo, donde desde el 16 de enero se vive una confrontación armada entre la guerrilla del ELN y una disidencia de las extintas FARC. En una entrevista reciente con la agencia AFP, los comandantes “Ricardo” y “Silvana Guerrero” del Frente de Guerra Nororiental del ELN afirmaron que la confrontación continuará en respuesta a la presencia militar del gobierno colombiano en la zona.

“Si siguen llegando más militares al territorio, lo más seguro es que la confrontación va a seguir, porque nosotros nos vamos a defender”, afirmó el comandante Ricardo.

Desde el inicio de estos enfrentamientos, se han reportado al menos 76 muertos y más de 55.000 personas desplazadas, según cifras oficiales. Esta situación ha llevado al gobierno de Gustavo Petro a incrementar la presencia de la fuerza pública en la región, con más de 10.000 efectivos desplegados.

Disputa por el control territorial y el narcotráfico

Analistas consideran que el trasfondo del conflicto entre el ELN y el Frente 33 de las disidencias de las FARC está vinculado al control del narcotráfico en la región. Mientras el gobierno sostiene que estos grupos mantienen vínculos con carteles internacionales, el ELN ha negado su participación directa en el negocio, aunque reconoce que impone tributos a los productores de coca.