Una grave situación de violencia sacude nuevamente al Magdalena Medio. Cuatro hombres y una mujer fueron asesinados a tiros mientras se transportaban en un vehículo por una vía rural entre los municipios de Yondó, en Antioquia, y Cantagallo, en Bolívar. Según informes preliminares, entre las víctimas se encuentran dos líderes comunales de la vereda Lejanías, lo que genera gran preocupación en la región.

Las autoridades han señalado que el hecho se atribuye presuntamente al Clan del Golfo, un grupo armado que ha intensificado su presencia en la zona. Las dificultades del terreno y las condiciones de seguridad han impedido que los organismos encargados lleguen al lugar para realizar el levantamiento de los cuerpos.

Desde Barrancabermeja, un equipo conformado por la Policía Nacional, el Ejército y el CTI de la Fiscalía prepara un operativo para ingresar al área donde ocurrió la masacre y proceder con la extracción de los cuerpos. Posteriormente, las víctimas serán llevadas a la sede de Medicina Legal para su plena identificación.

La Corporación para la Defensa de los Derechos Humanos (CREDHOS), con sede en Barrancabermeja, había emitido una alerta urgente hace una semana al Gobierno Nacional y a la Defensoría del Pueblo. La organización había advertido sobre la creciente presencia del Clan del Golfo en las comunidades campesinas y de pescadores del corregimiento de San Lorenzo, en el municipio de Cantagallo. Según CREDHOS, desde el 9 de septiembre, hombres armados del grupo conocido como Autodefensas Gaitanistas han estado patrullando las vías rurales y los caseríos de las veredas Lejanías, La Victoria, Chaparral y El Trasmallo.

Iván Madero, presidente de CREDHOS, expresó su preocupación por la situación y señaló que los líderes comunales de la zona habían logrado impedir durante años la entrada de grupos armados. Sin embargo, la reciente llegada del Clan del Golfo ha generado temor entre los habitantes. “Hacemos un llamado a las autoridades para proteger sus vidas”, indicó Madero, subrayando la urgencia de garantizar la seguridad de las comunidades afectadas.

El control del territorio en el Magdalena Medio por parte de grupos armados ilegales, como el Clan del Golfo, ha incrementado los niveles de violencia en la región, afectando a comunidades campesinas y líderes sociales que luchan por mantener sus territorios libres de conflicto. La situación en Cantagallo y Yondó refleja el preocupante avance de estos grupos en áreas que históricamente han sido marginadas y que hoy enfrentan una creciente militarización y violencia.

La masacre registrada en esta zona rural pone en evidencia la necesidad de reforzar la presencia estatal y garantizar medidas de protección efectivas para los líderes comunales y defensores de derechos humanos, quienes se encuentran en una situación de riesgo constante.