La región del Catatumbo, en Norte de Santander, se encuentra en medio de una crisis humanitaria y de seguridad debido al conflicto entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC. Este enfrentamiento ha resultado en el desplazamiento forzado de 53.630 campesinos y ha dejado un saldo de 60 muertes, revelando una estrategia deliberada del ELN para consolidar su control sobre el territorio.

El ELN ha implementado una serie de tácticas para mantener y expandir su control sobre el Catatumbo, una región estratégica para el narcotráfico y otras economías ilícitas. La estrategia del grupo armado incluye:

1. Desplazamiento Forzado: El ELN ha llevado a cabo una campaña sistemática de desplazamiento, buscando casa por casa a líderes comunitarios y civiles para asesinarlos o expulsarlos. Este enfoque tiene como objetivo eliminar cualquier oposición y facilitar el control total del territorio.

2. Uso de Minas Antipersonal: La instalación de minas antipersonal en áreas rurales impide el retorno seguro de los desplazados, consolidando el control del ELN sobre las tierras abandonadas. Esta táctica no solo afecta a los civiles, sino que también dificulta las operaciones de las fuerzas de seguridad.

3. Control de Cultivos Ilícitos: El Catatumbo es una región clave para el cultivo de hoja de coca, con el 17% de las hectáreas sembradas en el país. Al controlar estos cultivos, el ELN asegura una fuente significativa de ingresos y fortalece su influencia en la cadena del narcotráfico.

4. Repoblamiento y Reconfiguración Social: La estrategia del ELN incluye la reconfiguración de la población local para crear una base social favorable a sus intereses. Esto implica la expulsión de comunidades enteras y la imposición de normas sociales que refuerzan su control.

5. Control de Alcaldías Locales: Al consolidar su poder en el Catatumbo, el ELN busca influir en las alcaldías locales, asegurando acceso a recursos y cargos públicos que pueden ser utilizados para fortalecer su estructura y operaciones.

Impacto en la Comunidad

El testimonio de José del Carmen Abril, uno de los desplazados, ilustra la brutalidad con la que el ELN está operando. Abril, un líder comunitario, fue evacuado en helicóptero después de que el ELN intentara asesinarlo en múltiples ocasiones.

“Ellos me estaban buscando porque yo tengo un liderazgo desde muy joven, nosotros fuimos desplazados por los paramilitares el 9 de enero de 2002 y de ahí para acá me convertí en un líder que ha estado al lado de la gente”, dijo José del Carmen en una entrevista a El Colombiano. Su historia es un reflejo de la situación crítica que enfrentan muchos en la región.

El gobierno ha propuesto un paquete de medidas para debilitar la cadena del narcotráfico, incluyendo el pago a campesinos para sustituir cultivos de coca por cultivos legales. Sin embargo, la implementación de estas medidas enfrenta desafíos significativos debido al control territorial del ELN y su capacidad para imponer su ley sobre los jornaleros.

La estrategia del ELN en el Catatumbo no solo busca el control territorial, sino también la consolidación de una base social y económica que refuerce su poder en la región. La situación requiere una respuesta integral que aborde las necesidades inmediatas de los desplazados y las raíces estructurales del conflicto. La comunidad internacional y las autoridades locales deben trabajar conjuntamente para encontrar soluciones sostenibles y proteger a las poblaciones vulnerables.