En un caso que conmocionó a la región de Casanare, un hombre de 57 años fue condenado a más de 32 años de prisión por el atroz crimen de asesinar a su excompañera sentimental y enterrar su cuerpo desmembrado en cuatro fosas diferentes en una finca del corregimiento de Tilodirán, en Yopal.

Las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la Nación fueron determinantes para que un juez de conocimiento emitiera esta contundente condena contra Luis Alberto Rivera Moreno, hallado responsable de los delitos de feminicidio agravado y ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio.

La investigación demostró que el 20 de agosto de 2023, Yolenis Ermelinda Jiménez Castillo, de 39 años y madre de tres hijos, murió por ahorcamiento a manos de su expareja. Posteriormente, su cuerpo fue desmembrado y enterrado en cuatro fosas diferentes en el patio de la finca La Ermita, donde Rivera Moreno trabajaba como encargado.

“El cuerpo de la mujer fue hallado en cuatro fosas comunes de una finca en Yopal, Casanare”, señaló el director seccional de Fiscalías en Casanare, Anderson Pinilla Sandoval.

Jiménez Castillo, de nacionalidad venezolana, había sido reportada como desaparecida por sus familiares el 21 de agosto de 2023, lo que desencadenó una ardua investigación que llevó, tres días después, al hallazgo de las fosas comunes en las que había sido enterrada.

Según los familiares, Jiménez se rehusaba a continuar la relación con Rivera Moreno debido a los presuntos maltratos que sufría, incluyendo una grave lesión en la cabeza tras ser golpeada con una piedra.

“Un día después de la desaparición de Yolenis, sus familiares se dirigieron hacia la finca donde ella estaba realizando un turno como cocinera y Rivera Moreno trabajaba de encargado, a quien encontraron con rastros de sangre, arañado y negando saber de la mujer”, detalló Pinilla Sandoval.

Quince días después, se dictó orden de captura contra Rivera Moreno, quien finalmente fue aprehendido el pasado 31 de enero en el municipio de Alvarado, Tolima. Un juez legalizó su captura y la Fiscalía le imputó los delitos mencionados, ordenando su reclusión en un centro penitenciario.

Yolenis había llegado 5 años antes a Colombia procedente del estado Apure (Venezuela). Tras enviudar, decidió emigrar para ganar dinero ante la grave crisis económica que enfrentaba en su país, con la responsabilidad de ser ahora madre soltera de tres hijos.