Las recientes acciones del Ejército de Liberación Nacional (ELN) han generado preocupación en distintas regiones de Colombia, en medio de la suspensión de la mesa de diálogos con el Gobierno. Durante las últimas semanas, se han reportado diversos hechos que incluyen la instalación de explosivos, la declaración de un paro armado y la presencia de banderas alusivas a la guerrilla en distintas ciudades del país.

Uno de los eventos más recientes ocurrió en el municipio de Río Iro, en el sur del Chocó, donde la comunidad tuvo que esperar más de dos semanas para que unidades especializadas de la Policía desactivaran un cilindro abandonado en el parque principal junto a una bandera del ELN. Según testigos, también se encontraron mensajes y un radio con música alusiva al grupo armado.

Además, desde la madrugada de este 19 de febrero, el ELN declaró un paro armado de 72 horas en la región del San Juan, también en el sur del Chocó, argumentando la creciente presencia del Clan del Golfo y su supuesta convivencia con el Ejército. Según el comunicado de la guerrilla, la medida se mantendrá hasta la medianoche del 21 de febrero.

Banderas del ELN en distintas ciudades

La presencia de la guerrilla también se ha manifestado a través de la instalación de banderas en varias regiones. En Bogotá, se encontraron insignias rojas y negras en la Autopista Norte con calle 222 y en la Avenida Boyacá con calle 8, generando alarma entre los ciudadanos.

En Antioquia, otras dos banderas fueron halladas: una en la vía Bello-Copacabana el pasado 14 de febrero y otra en el barrio Moravia, en el oriente de Medellín. También se han reportado casos similares en Boyacá y Catatumbo.

En otro hecho violento, en la vía que conecta Popayán con Pasto, un hombre falleció mientras manipulaba un explosivo con una bandera del ELN. Las autoridades investigan si el fallecido pertenecía a la estructura guerrillera y las circunstancias en que ocurrió el incidente.

Historial de paros armados y afectaciones humanitarias

El ELN ha declarado al menos diez paros armados en el país en los últimos años, con Chocó como uno de los departamentos más afectados. En noviembre de 2024, la guerrilla realizó un paro armado en medio de una emergencia ambiental por lluvias, confinando a poblaciones y bloqueando la llegada de ayuda humanitaria a través del río San Juan.

La Defensoría del Pueblo publicó un informe sobre los 11 puntos críticos de violencia y emergencias humanitarias en el país, destacando la participación del ELN en enfrentamientos con la disidencia de las FARC en Arauca. Estos combates han derivado en asesinatos, privaciones de la libertad, ataques a infraestructura y reclutamiento de menores de edad.

La situación también afecta otras zonas como Magdalena Medio, Serranía del Perijá, Bajo Cauca y el Pacífico vallecaucano, donde se reportan enfrentamientos y desplazamientos forzados.

Por otra parte, la mesa de diálogos entre el Gobierno y el ELN se encuentra suspendida desde el 17 de enero, tras los ataques ocurridos en Catatumbo. Desde el fin del cese al fuego bilateral el 3 de agosto de 2024, la intensificación de las acciones armadas ha generado preocupación sobre la situación humanitaria en las zonas afectadas.

Las autoridades continúan en alerta ante la posibilidad de nuevas acciones por parte del grupo armado y su impacto en la seguridad de las comunidades. El desarrollo de los próximos días será clave para definir el rumbo del proceso de paz y la respuesta del Gobierno frente a la escalada de violencia en el país.