La ciudad de Medellín, a pesar de registrar una disminución del 3,9% en las muertes violentas con respecto al año anterior, se vio sacudida por una jornada sangrienta el lunes 8 de abril, con el asesinato de cuatro hombres en diferentes incidentes.

El primero de estos lamentables eventos ocurrió a las 8:33 de la mañana en el barrio San Pedro, en Aranjuez. José Silva Restrepo, de 58 años, fue la víctima. Trabajando en su lugar habitual, fue abordado por individuos armados que le dispararon y huyeron del sitio, dejando tras de sí un escenario de horror.

Poco después, a las 10:26 de la mañana, en el barrio Las Granjas, en Manrique, otro hombre, de entre 35 y 40 años y supuestamente habitante de calle, fue hallado sin vida en una zona verde. Presentaba múltiples contusiones en su cuerpo, cuyas circunstancias aún están bajo investigación.

La violencia no se detuvo ahí. A las 6:26 de la tarde, en el barrio Antonio Nariño de San Javier, Edwin David Agudelo Monsalve perdió la vida a manos de quien se presume era su hijastro. Agudelo fue agredido con un arma cortopunzante en su propia casa, donde finalmente sucumbió a sus heridas tras ser trasladado a un centro médico.

Finalmente, la jornada fatal concluyó a las 7:02 de la noche, cuando Manuel Alejandro Ramírez Silva, de 21 años, fue ingresado herido de gravedad a un hospital en San Javier. Ramírez fue atacado por dos individuos armados mientras se encontraba en un parque del barrio Belencito con su pareja sentimental.

Estos hechos lamentables se suman a una escalofriante estadística. En lo que va del año, Medellín ha sufrido un total de 98 muertes violentas. Las comunas Popular, Castilla, Robledo, Laureles, América, El Poblado, Guayabal y San Cristóbal son las más afectadas por esta ola de violencia.

La ciudadanía, consternada por la reciente ola de violencia, clama por medidas efectivas que pongan fin a esta espiral de homicidios y devuelvan la paz a las calles de Medellín.