En Cúcuta, Norte de Santander, temen arremetida de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia
Por: Redacción Web
23 junio, 2024
En Cúcuta, capital de Norte de Santander, temen que se esté gestando una arremetida de las Autodefensas Giatanistas de Colombia (AGC) luego de que el pasado 30 de mayo, en el barrio Sevilla de esta ciudad, aparecieran al menos 30 casas marcadas con grafitis intimidatorios, con la autoría del referido grupo paramilitar.
Estos grafitis, que este año suman 81 en varias comunas de la ciudad, reflejan el intento de esta organización criminal de establecer su control en la zona fronteriza.
Las recientes capturas de líderes gaitanistas en Cúcuta y la expansión de su territorio son señales claras de que buscan repetir la historia de terror que vivió la región hace 25 años con la arremetida paramilitar. La amenaza es liderada por Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias “Chiquito Malo”, quien ha enviado a hombres de confianza como Jorge Iván Córdoba Martínez, alias “El Viejo”, Joaquín Antonio García, alias “Llanero”, y Gustavo Alberto Bertel Vargas, alias “Apóstol”, para consolidar su dominio.
Las advertencias no son nuevas. Organizaciones sociales y campesinas del Catatumbo han señalado el avance de las AGC desde Urabá hacia Norte de Santander. Junior Maldonado, miembro de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), declaró al diario La Opinión, que el escenario actual del conflicto armado y las disputas territoriales son una réplica de la ruta seguida por los paramilitares en 1999. La expansión de las AGC es un grave riesgo para la región y un desafío para el Gobierno nacional.
El intento de “Chiquito Malo” de imponer su dominio ha encontrado resistencia en las autoridades. La Policía y el Ejército han ejecutado 40 operaciones contra las AGC en los últimos cuatro años, logrando capturas significativas. En 2021, fueron detenidos 25 integrantes, incluidos líderes principales como Luis Bertulfo Carvajal, alias “Doce”. En 2022, 15 miembros más fueron capturados, y en 2023, 14 presuntos integrantes, destacando la detención de José Alexander Garcés Mejía, alias “Carepa”.
El panorama en 2024 no es menos preocupante. Las capturas de alias “El Viejo”, “Llanero”, y “Apóstol” demuestran la persistencia de las AGC en su plan de expansión. Estas detenciones han puesto en alerta a organizaciones defensoras de derechos humanos y campesinas, quienes ven la llegada de las AGC como un retorno a la violencia y el terror.
La lucha territorial entre las AGC y el ELN, junto con la disidencia del Frente 33 de las FARC, ha exacerbado la violencia en la zona rural de Cúcuta y Puerto Santander. Según las autoridades, la confrontación entre estos grupos ha incrementado los homicidios en más del 40% entre 2021 y 2023.
El director de la Corporación Red Departamental de Defensores de Derechos Humanos, Enrique Pertuz, advirtió que la expansión de las AGC es inevitable si no se toman medidas concretas. Las autoridades han realizado consejos de seguridad y prometido incrementar la presencia militar, pero las estrategias deben ser más efectivas para detener el avance de esta organización criminal.
El interés de las AGC en Norte de Santander no se limita a la violencia. Su objetivo es controlar la minería ilegal de oro y reactivar el narcotráfico en el Catatumbo, región clave por su alta producción de cocaína. Las rentas ilegales, como la trata de personas y el tráfico de armas, son también atractivas para esta organización, que busca establecer rutas hacia Venezuela y el Medio Oriente.
Las autoridades locales saben que al menos 50 hombres armados de las AGC operan en la zona. Treinta de ellos se mueven en la zona rural de El Zulia, mientras que 20 están en la Comuna 6 de Cúcuta, donde han dejado su marca a través de grafitis.