El Ejército de Liberación Nacional (ELN) confirmó en las últimas horas que mantiene en su poder a dos agentes de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) de la Policía Nacional, quienes fueron secuestrados el 20 de julio de 2025 en el departamento de Arauca.

De acuerdo con la información divulgada por este grupo armado, los uniformados fueron retenidos durante una operación de “control territorial” en la vía que comunica el municipio de Tame con la ciudad de Arauca. Según el comunicado, hombres armados interceptaron el vehículo en el que se desplazaban los policías, desarmándolos y reteniéndolos.

Los policías fueron identificados como Franki Esley Hoyos Murcia, subintendente con 17 años de servicio en la institución, y Yordin Fabián Pérez Mendoza, patrullero con más de 10 años de trayectoria en la Policía Nacional.

El ELN indicó que durante el operativo incautó dos pistolas calibre 9 mm, un computador portátil y documentos oficiales que portaban los agentes al momento de su captura. La organización aseguró que ambos se encuentran “sanos y salvos” y que el Estado será responsable de cualquier daño que puedan sufrir, en especial si se realizan operativos militares para su rescate.

El departamento de Arauca es una de las regiones con mayor presencia de grupos armados ilegales, entre ellos el ELN, disidencias de las FARC y bandas dedicadas al narcotráfico y contrabando. En esta zona fronteriza con Venezuela se han registrado constantes enfrentamientos y secuestros, lo que ha generado una grave situación de seguridad para la población civil y las fuerzas de orden público.

Fuentes policiales han informado que se adelantan operativos en la región para ubicar a los agentes y lograr su liberación. Hasta el momento, no se ha confirmado si el Gobierno Nacional o la institución policial han iniciado contactos con el ELN para gestionar una eventual entrega.

En el comunicado, el grupo insurgente reiteró su advertencia al Gobierno de no realizar “operaciones de rescate militar” que puedan poner en riesgo la vida de los uniformados. Esta situación ocurre en medio de un clima de tensión en las negociaciones de paz que el Ejecutivo sostiene con esta guerrilla, donde se ha denunciado la persistencia de secuestros y acciones violentas pese a los acuerdos de cese al fuego temporales.