El reciente asesinato de Carlos Andrés Sandoval, un funcionario del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), en Cúcuta, ha puesto en evidencia el peligro constante que enfrentan los custodios en la región de Norte de Santander, donde la banda criminal conocida como “los del carro rojo” mantiene bajo amenaza a los empleados del Inpec.

Sandoval fue víctima de un ataque perpetrado por sicarios frente a su familia, un acto que ha conmocionado a la comunidad y resaltado los riesgos inherentes al trabajo en el sistema penitenciario. La banda “carro rojo” ha emitido amenazas directas a los funcionarios del Inpec a través de videos intimidatorios, en los cuales advierten con violencia contra aquellos que intenten ejercer control en las cárceles de la región.

Estos criminales, identificados como ciudadanos venezolanos, han dejado claro su objetivo de socavar los esfuerzos de los guardianes del Inpec por mantener el orden y la seguridad en los centros de reclusión. A través de sus comunicados armados, la banda del “carro rojo” ha sembrado el temor entre los funcionarios, quienes realizan su labor en un ambiente de constante tensión y riesgo.

La banda delincuencia "El carro rojo" nos envia el siguiente vídeo. 🚨⤵️ pic.twitter.com/LpOc4WbHq4

— Tatan Mojica (@TatanMojicaR) February 1, 2024

En respuesta a estos hechos, el Inpec emitió un comunicado de prensa lamentando el asesinato de Carlos Andrés Sandoval y condenando los actos de violencia contra los servidores penitenciarios. La institución señaló que está trabajando en conjunto con las autoridades para esclarecer los hechos y dar con los responsables de este crimen atroz.

“El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) lamenta el asesinato del funcionario de Cuerpo de Custodia y Vigilancia Carlos Andrés Sandoval Ortiz en las últimas horas en la ciudad de Cúcuta, en hechos que son materia de investigación por parte de las autoridades”, dijo el Inpec.

La situación ha generado una respuesta urgente por parte de las autoridades locales y del Inpec, que han reforzado las medidas de seguridad en las instalaciones penitenciarias y han puesto en marcha investigaciones para dar con los responsables de estas amenazas. Sin embargo, la presencia dispersa de los delincuentes en la región, así como su capacidad para cruzar la frontera entre Colombia y Venezuela, plantea desafíos adicionales para las autoridades en su lucha contra el crimen organizado.

El asesinato de Sandoval y las continuas amenazas de la banda “carro rojo” subrayan la necesidad de adoptar medidas efectivas para proteger a los funcionarios del Inpec y garantizar su seguridad mientras desempeñan su importante labor en el sistema penitenciario. La comunidad espera que las autoridades tomen acciones contundentes para enfrentar esta creciente amenaza y brindar un entorno seguro para aquellos que trabajan por la justicia y la rehabilitación en Colombia.