Una investigación conjunta de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales (Decoc) y la Dijin de la Policía Nacional ha revelado la existencia de una organización criminal que filtraba información militar a las disidencias de las FARC en la región del Magdalena Medio. Entre los implicados se encuentra un sargento del Ejército y varios civiles, quienes suministraban datos sobre movimientos de tropas a alias Pedro, cabecilla del bloque 37 de las disidencias.

El sargento segundo Edwar Egidio Garzón Lozano, alias Kevin, perteneciente al Batallón de Contrainteligencia #2 del Ejército Nacional con sede en Barrancabermeja, Santander, es señalado como el principal filtrador de información. Los otros implicados son los civiles Andrés Humberto Alzate, Ruth Caballero Ardila, alias La Mona, y Karen Margarita Dávila Sánchez.

Garzón Lozano, aprovechando su posición en el Ejército, suministraba información crítica sobre los movimientos de las tropas a las estructuras 33 y 37 de las disidencias FARC. Esta información era utilizada para planificar y ejecutar atentados contra la Fuerza Pública en Bucaramanga y varios municipios del Catatumbo.

Andrés Humberto Alzate recibía y entregaba esta información a los cabecillas del bloque Magdalena Medio, facilitando así las acciones terroristas. Por otro lado, Ruth Caballero Ardila se encargaba de vigilar establecimientos comerciales en Yondó, Antioquia, y Barrancabermeja, Santander, para identificar posibles víctimas de extorsión. Además, facilitó la ubicación de alias Perro Kimber, integrante de un grupo armado ilegal, quien fue asesinado el 9 de junio de 2023.

Karen Margarita Dávila Sánchez, por su parte, prestaba su cuenta bancaria para recibir dinero proveniente de extorsiones. Entre el 30 de junio y el 2 de julio de 2023, recibió 23 millones de pesos consignados por una comerciante de cerveza en Santa Rosa, Bolívar.

La Policía Nacional capturó a Garzón Lozano, Alzate, Caballero Ardila y Dávila Sánchez en operativos realizados en Medellín, Barrancabermeja y Yopal. Durante las detenciones, se incautaron una pistola de 9 milímetros, dos proveedores, 11 celulares, cuatro computadores portátiles, un disco duro y tres memorias USB.

La Fiscalía imputó a los detenidos los delitos de concierto para delinquir agravado, homicidio agravado, homicidio agravado en grado de tentativa, extorsión y asesoramiento a grupos armados organizados. Ninguno de los implicados aceptó los cargos. Sin embargo, todos fueron privados de la libertad en centro carcelario por orden del juez de control de garantías.