Las autoridades de Medellín se encuentran investigando el hallazgo del cuerpo sin vida de un hombre dentro de una bolsa negra en el barrio Héctor Abad Gómez, comuna 5-Castilla. El macabro descubrimiento tuvo lugar durante la tarde del pasado domingo 2 de junio, cuando agentes de la Policía Metropolitana realizaban labores de patrullaje en la zona.

Los uniformados se percataron de una bolsa negra de gran tamaño, sellada con cinta transparente y abandonada junto a un contenedor de basura ubicado en la calle 111B, entre carreras 64 y 63. Ante esta situación sospechosa, procedieron a revisar el interior de la bolsa, encontrando el cuerpo de un hombre sin vida.

Según el reporte del Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc), la inspección técnica del cadáver se llevó a cabo alrededor de las 12:47 p.m. Sin embargo, debido al estado del cuerpo, no ha sido posible determinar su edad hasta el momento.

El informe policial detalla que el fallecido se encontraba amarrado con una soga y vestía zapatos blancos con suela roja y negra. Además, presentaba un tatuaje en una de sus piernas, aparentemente relacionado con el equipo de fútbol Atlético Nacional.

Hasta el momento, las autoridades no han logrado identificar a la víctima, ya que no se hallaron documentos personales en el lugar. No obstante, se encuentran trabajando en esclarecer las causas del homicidio y determinar la identidad del responsable o responsables.

Este lamentable hallazgo representa el homicidio número 14 registrado en la comuna Castilla durante lo que va del año 2024, cifra que supone un incremento del 180% en comparación con el mismo período del año anterior, cuando se reportaron 5 casos en esa zona de la ciudad.

Si bien la tendencia general en Medellín ha sido a la baja, con 134 homicidios totales hasta el 2 de junio (una reducción del 9,5% respecto al año 2023), las autoridades se muestran preocupadas por el aumento de cuerpos abandonados en vías públicas, dentro de bolsas, costales o envueltos en sábanas, una modalidad que registró un alarmante incremento del 425% en el Valle de Aburrá para abril de este año, siendo el norte del territorio la zona más afectada.