La Corte Suprema de Perú ha dado luz verde a la solicitud de extradición presentada por Colombia contra Wanda del Valle, miembro destacado del grupo criminal venezolano Tren de Aragua. Del Valle, apodada “la bebecita del crimen”, fue detenida en diciembre en Bogotá gracias a una alerta roja emitida por Interpol.

En el país sudamericano, la imputada enfrentará acusaciones graves, que incluyen conspiración, ofrecimiento de sicariato y pertenencia al Tren de Aragua. Las autoridades peruanas sostienen que Del Valle está involucrada en actividades delictivas como extorsión a comerciantes, venta de armas, coordinación con sicarios y participación en casos de trata de personas.

La solicitud de extradición se basa en la necesidad de que Wanda del Valle cumpla 18 meses de prisión preventiva mientras es objeto de investigación en Perú. La Corte Suprema ha respaldado esta petición, marcando un paso importante en la cooperación judicial entre Colombia y Perú.

Así fue la captura de la ‘Bebecita del Crimen’, ficha del Tren de Aragua, en Bogotá

Adicionalmente, las autoridades peruanas señalan que Del Valle también enfrenta cargos por ofrecer una suma considerable, específicamente 40 mil dólares, para la ejecución de un alto oficial de la policía. Este hecho refuerza la gravedad de las acusaciones en su contra y la consideración de la justicia peruana para procesar su extradición.

El proceso legal inició con la detención de Del Valle en Bogotá, seguido por el inicio formal del proceso de extradición por parte de Perú ante la justicia colombiana. Actualmente, el procedimiento continúa avanzando bajo la supervisión de la Cancillería y el Ministerio de Justicia de Perú, quienes se encargan de gestionar los trámites necesarios para llevar a cabo la extradición.

La joven era novia de un presunto integrante de El Tren de Aragua, conocido como alias ‘Maldito Cris’, quien fue abatido por la Policía Nacional del Perú (PNP) en Lima en medio de una persecución luego de que asesinara a un vigilante que intentó detenerlo.

‘La bebecita del crimen’ está acusada de recaudar el dinero de extorsiones a comerciantes, vender y distribuir armas de fuego, coordinar con sicarios y participar en una red de trata de personas de la que fueron víctimas mujeres colombianas y venezolanas. Explotadas sexualmente por esta estructura criminal en varios países de la región.