Cocaína camuflada en café: la incautación que provocó la caída de una red de narcotráfico
Por: Maria José Salcedo
11 noviembre, 2023
En un operativo conjunto entre las autoridades colombianas y neerlandesas, se logró desmantelar una compleja red de narcotráfico que había enviado 400 kilos de cocaína oculta en un cargamento de café desde Colombia hasta Países Bajos en 2021. La droga, camuflada ingeniosamente en sacos de café, fue descubierta por el olfato de un perro en el Aeropuerto de Ámsterdam, desencadenando una investigación de dos años que reveló una sofisticada operación delictiva.
La empresa utilizada como fachada para el envío, Malibu Herbs Farms, sorprendió a las autoridades al contar con aparentes permisos legales, aprovechándose de los tratados de libre comercio y de la disminución de los controles en los puertos marítimos.
Las pesquisas llevaron a identificar a Charle Portilla Salcedo y John Sebastián Giraldo como los líderes de la red, ambos solicitados en extradición por Estados Unidos y España, respectivamente. La organización criminal, compuesta por 22 personas, operaba con impunidad en puertos colombianos, traficando cocaína con destino a México, España, Bélgica y Países Bajos.
La investigación reveló que la red contaba con un soldado profesional involucrado en el tráfico de drogas, quien aprovechaba la exportación de productos típicos de Colombia para eludir la vigilancia. La organización había logrado traficar aproximadamente una tonelada de cocaína, camuflada en diversos productos.
Uno de los aspectos más llamativos de la operación delictiva fue el meticuloso camuflaje de la droga, logrado por un equipo de expertos en química que eliminaban cualquier rastro olfativo característico. Utilizaban empresas aparentemente legítimas con documentos en regla, sitios web activos y representantes legales para desviar la atención de las autoridades.
La caída de la red se gestó gracias al rastreo de las empresas de papel, que permitió identificar a cada uno de sus integrantes y entender sus roles en el tráfico de drogas. La colaboración de una fuente humana en la Fiscalía General amplió el organigrama, revelando los líderes, las disputas internas y los planes de expansión de la organización.
Actualmente, los 22 miembros de esta estructura criminal se encuentran bajo custodia, marcando un contundente golpe al tráfico de drogas desde Colombia hacia Europa. Este operativo destaca por la combinación de técnicas de investigación, desde el seguimiento de papel hasta la colaboración humana, que llevaron al desmantelamiento de una red que operaba en las sombras.
El gran golpe
El gran golpe se dió a mediados del mes de julio de este año, en un megaoperativo desplegado por el CTI de la Fiscalía y el Gaula del Ejército en Bogotá; Yopal (Casanare); Curumaní y Chiriguaná (Cesar); Medellín, Guarne y Cisneros (Antioquia), donde se dio la captura, en principio de 14 de los 22 integrantes de la red.
Entre los capturados figuran Luis Fernando Giraldo Ovalle, alias ‘Machete’; los hermanos Ramón López Marín y Leonardo Erazo Jarrín, alias ‘Odontólogo’, quienes estaban encargados de realizar la transformación de la cocaína para mezclarla en abono, carbón y café a través de varios los procesos químicos.
También fueron aprehendidos Juan Camilo Castrillón Gil y un ciudadano mexicano identificado como Juan Manuel Álvarez Castañeda, alias ‘Tony’, quienes son los señalados como los cerebros de la organización delictiva. Juan Eudes Zorrilla Velásquez y Xiomara Conchita Martínez Gerena, presuntos encargados de la logística; Neider Erley Castrillón Castrillón, alias Cinco, quien sería el responsable de las finanzas.
María Alejandra Tobón Echeverri, señalada de manejar las empresas que servían de fachada para enviar la droga; Carlos Mario Noreña Corrales, Gabriel Darío Flórez Correa, alias Flores; Hugo Alberto Ciro Calle, alias ‘Barbado’; y Alexander Ramirez Ciro, alias ‘Primo’, sindicados de ser responsables de las actividades de almacenamiento y transporte del material contaminado con cocaína.
Los detenidos fueron imputados con los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado, así como concierto para delinquir agravado y recibieron medidas de aseguramiento en centros carcelarios de alta seguridad. Adicionalmente a algunos se les sindica de homicidio agravado tras el asesinato de una persona que se dio cuenta de los movimientos ilícitos y no se dejó sobornar.