Jonathan David Ustaris Cantillo, un exagente de la Policía Metropolitana de Barranquilla (Mebar) conocido como alias ‘La Mona’, fue capturado con fines de extradición a Puerto Rico, donde enfrenta cargos por conspiración y tráfico de drogas. Su detención expone la infiltración del crimen organizado en instituciones estatales y su papel clave en las operaciones de la organización criminal ‘Los Costeños’.

Ustaris ingresó a la Policía Nacional en 2010, desempeñándose en vigilancia barrial, servicios especiales y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). Sin embargo, tras sufrir una lesión en la mano que lo obligó a asumir funciones administrativas, la Fiscalía señala que comenzó a relacionarse con el mundo del crimen organizado.

Se presume que Ustaris utilizó su rango y acceso a información privilegiada para facilitar las operaciones de ‘Los Costeños’, liderada por alias ‘Castor’. Según las investigaciones, coordinaba reuniones con capitanes de embarcaciones, exploraba nuevas rutas de tráfico de estupefacientes y brindaba información estratégica sobre operativos policiales en puertos de Barranquilla.

Antes de su captura, Ustaris pasó varios meses en Ecuador estableciendo contactos con redes criminales locales para expandir las operaciones hacia Sudamérica. Actuaba como intermediario entre narcotraficantes internacionales y organizaciones locales, gestionando el envío de cargamentos de cocaína en veleros y pequeñas embarcaciones desde puertos del Caribe colombiano hacia Estados Unidos, Puerto Rico y Europa.

Las autoridades confirmaron que los cargamentos eran camuflados de forma sofisticada para evadir controles marítimos. Durante 18 meses, agencias internacionales como la DEA, en el marco de la operación ‘Boricua’, rastrearon las actividades de Ustaris, identificándolo como una pieza clave en la logística y asesoría de ‘Los Costeños’.

Además de su relación directa con líderes de ‘Los Costeños’ como alias ‘Castor’ y ‘Papalópez’, Ustaris colaboraba con mandos medios del Clan del Golfo. Según las autoridades, su conocimiento de los procedimientos internos de la Policía permitió a estas organizaciones evadir controles y garantizar el éxito de sus envíos.

Ustaris también tenía contacto con los llamados “narcos invisibles”, financiadores del tráfico de drogas que operan desde el extranjero. Su habilidad para moverse entre el mundo del crimen y las fuerzas de seguridad lo convirtió en un activo estratégico para estas estructuras criminales.

Expertos en seguridad señalan que la detención de Ustaris representa un golpe significativo contra ‘Los Costeños’ y evidencia la infiltración del crimen organizado en las instituciones del Estado. “Este caso pone de manifiesto cómo algunos miembros de las fuerzas de seguridad han sido cooptados por el narcotráfico, utilizando sus conocimientos y recursos para fortalecer redes criminales”, afirmó un analista.

Actualmente, Ustaris se encuentra bajo custodia de la Dirección de Asuntos Internacionales de la Fiscalía, mientras se ultiman los trámites para su extradición a Estados Unidos. Su captura forma parte de un esfuerzo conjunto entre las autoridades colombianas e internacionales para desmantelar las redes de narcotráfico que operan en el Caribe.