Autoridades colombianas y estadounidenses llevaron a cabo un operativo conjunto que resultó en la captura de Jaymes Schulte, el exluchador de artes marciales mixtas (MMA) conocido como ‘The Underdog’. La detención se produjo en Miami el pasado lunes 27 de noviembre, donde Schulte enfrenta acusaciones de abuso sexual a varias menores en Colombia. Detrás de sus breves momentos de fama en el mundo del MMA, se revela una perturbadora historia de explotación y violencia.

Según las investigaciones, Schulte no solo estaba involucrado en actos abominables, sino que también operaba como parte de una red de proxenetas. El exdeportista estadounidense habría establecido contacto con esta red en diez ocasiones entre los años 2018 y 2022, aprovechando sus visitas a Colombia para perpetrar sus delitos.

El modus operandi de Schulte implicaba no solo relaciones sexuales con menores de entre 4 y 13 años, sino también acuerdos financieros con las víctimas, ofreciendo entre 150.000 y 300.000 pesos colombianos. Sin embargo, las autoridades sostienen que el exluchador pagaba sumas inferiores y recurría a la intimidación física para garantizar la impunidad de sus acciones.

El informe policial revela que, cuando las menores se negaban a participar en los actos, Schulte recurría a la violencia extrema, encerrándolas y golpeándolas brutalmente. Además, se determinó que suministraba estupefacientes a las víctimas para obtener material audiovisual explícito, que luego publicaba en su propia página de contenido explícito en internet.

El operativo que llevó a la captura de ‘The Underdog’ fue el resultado de una colaboración estrecha entre las autoridades colombianas y estadounidenses. Durante nueve meses, los investigadores analizaron meticulosamente videos publicados por Schulte en la red, recopilando pruebas cruciales para su detención.

El exluchador enfrentará cargos graves, marcando el fin de su impunidad y el inicio de un proceso judicial que busca justicia para las víctimas de sus actos.

Más de 2.000 casos en el 2023

La Fiscalía colombiana ha revelado cifras impactantes sobre el abuso sexual infantil en el país, señalando que entre 2021 y 2022 ingresaron al sistema más de 8.000 procesos relacionados con este delito. Para agosto de 2023, la situación se mantenía crítica, con más de 2.000 casos adicionales ya registrados.

Ahora ¿Cuáles son las causas de este flagelo? Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la explotación sexual infantil en Colombia está fuertemente vinculada a flujos migratorios, donde grupos ilegales controlan redes de trata de personas y explotación sexual. Esta conexión resalta la necesidad de abordar no solo las manifestaciones visibles del problema, sino también las raíces profundas que alimentan su persistencia.

Por su parte, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) identifica varios factores asociados al abuso sexual infantil. La violencia intrafamiliar, el trabajo infantil y el abuso de sustancias, ya sea alcohol o estupefacientes, por parte de cuidadores, contribuyen a crear un entorno propicio para la vulnerabilidad de los menores.

Además, se suma el preocupante fenómeno de las relaciones asimétricas de poder basadas en el género, según destaca la Fiscalía. Esta dinámica da a los explotadores una posición desde la cual pueden manipular a las víctimas, perpetuando un ciclo de abuso difícil de romper.

Las diferentes formas de vulneración y desigualdades que rodean este delito subrayan la complejidad del abuso sexual infantil en Colombia.