El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, protagonizó un tenso intercambio con la jueza 44 de conocimiento de Bogotá, Sandra Liliana Heredia, durante una audiencia preparatoria celebrada este miércoles. El conflicto surgió cuando la magistrada denegó la solicitud de aplazamiento presentada por la defensa para examinar nuevas pruebas, lo que culminó con la salida del exmandatario de la sesión.

La defensa de Uribe, encabezada por el abogado Jaime Granados, había recibido recientemente acceso al teléfono celular y computador de Juan Guillermo Monsalve, testigo clave en el proceso. Sin embargo, la jueza Heredia consideró la petición de aplazamiento como una “estrategia dilatoria”, argumentando que “el descubrimiento probatorio ya lo tuvo el señor defensor” desde el 12 de septiembre.

El expresidente, visiblemente contrariado, expresó su preocupación por lo que considera una vulneración a sus garantías procesales: “Yo me siento sin garantías, señora juez, cuando me niegan esa prueba”, manifestó Uribe, añadiendo que “la copia espejo, ¿quién la ha hecho? Fue la Corte y la Fiscalía, este es un proceso adversariado”.

El punto álgido de la audiencia se produjo cuando la jueza solicitó a Uribe declararse culpable o inocente de los cargos de soborno, soborno en actuación penal y fraude procesal. Ante la insistencia de la magistrada, el expresidente respondió visiblemente molesto: “Ay, señora juez, por Dios, ¿por qué me está llevando a esta etapa? Usted sabe cuál sería mi respuesta”.

La jueza Heredia, manteniendo su postura institucional, aclaró: “No tengo por qué saber, porque no tengo comunicación directa con ninguno de ustedes. Estoy simplemente cumpliendo un deber para el cual el Estado me ha nombrado”.

Tras la negativa de Uribe a pronunciarse explícitamente sobre su culpabilidad o inocencia y su posterior abandono de la audiencia, la jueza determinó: “Hemos de entender que como el señor procesado se ha retirado de la audiencia, su declaratoria es de inocencia”, procediendo a continuar con el proceso judicial.