Alquiler de sicarios y armas, un negocio mortal en auge en Colombia
Por: Ronny Orejarena
9 marzo, 2024
En Colombia, el sombrío negocio del alquiler de sicarios y armas está en aumento, facilitado por mafias que permiten la circulación de pistoleros y armamento en las principales urbes del país. Esta situación ha generado un panorama aterrador de asesinatos, robos y secuestros.
Semanalmente, Colombia experimenta numerosos casos de sicariato, especialmente en ciudades como Bogotá, Cali y Barranquilla, donde los índices delictivos han aumentado considerablemente. Según datos de la Policía Nacional, en 2023 se registraron 10,416 muertes por ataques con armas de fuego, mientras que 88,285 personas fueron víctimas de robos con intimidación de pistolas, reveló la revista Semana.
Un informe de la Dirección de Investigación Criminal evidencia un mercado criminal para alquilar armas por minutos, con tarifas que oscilan entre 300,000 y 500,000 pesos, dependiendo de la complejidad y riesgos de la operación. El general José Luis Ramírez, jefe del Servicio Nacional de la Policía, detalló que estas transacciones constan de cinco pasos: los involucrados arriban al sector de la misión, contactan a un particular para obtener el arma, este la entrega, se ejecuta el plan y tres cuadras después devuelven el objeto.
El proceso de alquiler implica una operación cuidadosa para evadir a las autoridades, complicando las investigaciones en caso de ser detectados. La Fiscalía confirma que los sicarios evalúan exhaustivamente los riesgos antes de un trabajo, estimando un precio mínimo de un millón de pesos por atentar contra una persona.
El mercado ilegal de armas se nutre de material bélico importado, principalmente de Estados Unidos, Italia, Turquía, Israel, Alemania y Brasil, coordinado por grupos como el ELN y disidencias de las FARC. Los sicarios utilizan fusiles, revólveres y pistolas, mientras que las bandas locales modifican manualmente las armas para evitar su identificación y rastreo.
La inseguridad se ha agudizado en ciudades como Bogotá, donde los criminales asaltan restaurantes y bares a plena luz del día, aterrorizando a la población. Recientemente, el asesinato de un cabecilla delincuencial en Medellín generó preocupación por posibles escenarios de violencia y ajustes de cuentas entre grupos criminales.
La Alcaldía de Medellín y la Fiscalía General encendieron las alarmas por la violencia que podría desencadenar el asesinato de Edison Rodolfo Rojas, hasta el jueves pasado considerado como uno de los principales cabecillas del grupo delincuencial la Terraza. Su muerte ocurrió el 7 de marzo, cuando dialogaba en un parqueadero del barrio El Poblado, siendo atacado a tiros por sicarios que también acabaron con la vida de uno de sus escoltas. De inmediato, una unidad del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) asumió el caso.
La combinación de narcotráfico, tráfico de armas y violencia fortalece las estructuras de sicarios y armas en Colombia, afectando gravemente la seguridad ciudadana.
Con información de la revista Semana.