Las víctimas, estudiantes de preescolar y primaria en un colegio rural de Puerto Asís, tenían entre 6 y 10 años y fueron presuntamente abusadas entre 2016 y 2018. La Fiscalía y la Procuraduría iniciaron las investigaciones penales y disciplinarias respectivamente después de conocerse los abusos.
Durante la búsqueda de pruebas, se recurrió al relato de las víctimas, quienes coincidieron en que Ropero Mandón aprovechaba momentos a solas en las aulas de clase para realizar tocamientos sexuales. El profesor se entregó a las autoridades en un puesto de control en la vía de Mocoa a Pitalito.
En las audiencias, la Fiscalía le imputó los delitos de acceso carnal violento y actos sexuales con menores de 14 años agravado. A pesar de la imputación, el acusado no aceptó los cargos, y un juez de control de garantías le impuso la medida de aseguramiento en un establecimiento carcelario.
El caso ha generado indignación, mientras autoridades recuerdan acudir a la línea telefónica 123 para informar casos de violencia y abuso en aras de garantizar la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.