Una niña de cuatro años originaria del municipio de Acacías (Meta) perdió la vida de manera trágica mientras intentaba cruzar el río Bravo, acompañada de su abuela, el esposo de la abuela, su tía y otra niña de 12 años, con el anhelo de llegar a Estados Unidos en busca de un futuro promisorio.

La pequeña Antonella Sánchez y su familia emprendieron un arduo viaje que incluyó atravesar el Tapón del Darién y recorrer varios países de Centroamérica para llegar finalmente al río Bravo, situado en la frontera entre México y Estados Unidos. La madre de la niña, Alondra Ruiz, no pudo acompañar a su hija en este peligroso trayecto debido a su estado de embarazo.

La tragedia se desencadenó cuando, según relatos preliminares, la corriente del río arrastró a la abuela y su esposo. Aunque aún no se ha confirmado su destino, todo indica que también fueron víctimas mortales de este fatídico incidente.

Antonella Sánchez, parte de una familia colombo-venezolana que se estableció en Acacías hace cinco años, partió hace más de quince días junto a sus familiares con la esperanza de encontrar un mejor porvenir. Su madre compartió con dolor los últimos deseos de la pequeña: “Ella me dijo: ‘Mami, cuando yo esté en los Estados Unidos, ¿tú te vas a ir con mis hermanitas?’. Yo le dije: ‘Sí, claro, pronto vamos a estar juntos’”.

Desafortunadamente, ese anhelado encuentro nunca se materializó. La tragedia se desencadenó, y mientras se tiene claridad sobre el paradero de la otra menor del grupo, quien se encuentra en un centro de refugio, la incertidumbre rodea el destino de los demás integrantes.

La madre de Antonella, Alondra Ruiz, visiblemente afectada, compartió su angustia: “Me llamó un muchacho que andaba con ella y me contó todo lo que había pasado, que mi hija se había ahogado, que a mi mamá el río se la había llevado. Y mi hermana se salvó porque ella se salió solita… ella nadando”.

En estos momentos, la familia de Antonella Sánchez se encuentra recaudando fondos para repatriar el cuerpo de la pequeña, mientras los mensajes de desazón inundan las redes sociales.

Alondra Ruiz expresó su dolor con emotivas palabras: “Hija de mi vida. No creo que esto me esté pasando a mí. Por qué tú, mi niña, tan chiquita, tan indefensa, perdóname hija, perdóname por no haber estado a tu lado para ayudarte a salvarte la vida mil veces. No te imaginas cómo me dejas mi Antho. Anthooo, no sabes cómo me duele el alma. Despiértenme de esta pesadilla”.

En medio de este lamento, el trágico episodio vuelve a poner de manifiesto los riesgos y desafíos que enfrentan los migrantes en su búsqueda de un mejor futuro, evidenciando la urgente necesidad de abordar soluciones humanitarias y estructurales para prevenir pérdidas tan dolorosas como la de Antonella Sánchez.