La alianza entre el presidente Donald Trump y el empresario Elon Musk se fracturó este jueves en una confrontación pública que incluyó amenazas económicas y acusaciones relacionadas con Jeffrey Epstein.
El conflicto estalló cuando Musk calificó de “abominación repugnante” el plan fiscal impulsado por Trump, que según la Oficina Presupuestaria del Congreso incrementará la deuda nacional en 2,4 billones de dólares durante la próxima década. El empresario había abandonado previamente su cargo como director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) el pasado 30 de mayo.

Durante una reunión con el canciller alemán Friedrich Merz, Trump expresó su decepción: “Estoy muy decepcionado, porque Elon conocía los entresijos de este proyecto de ley mejor que casi cualquiera. De repente le plantea un problema”.

Musk responde con acusaciones sobre Epstein

La respuesta de Musk llegó a través de su plataforma X mientras Trump continuaba su comparecencia. El magnate tecnológico realizó su declaración más contundente: “Es hora de lanzar la gran bomba: Donald Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos”.
Musk también reivindicó su papel en la victoria electoral de Trump: “Sin mí Trump habría perdido, los demócratas hubieran controlado la Cámara de Representantes y los republicanos se habrían quedado en 51-49 en el Senado”.

Trump amenaza con retirar contratos gubernamentales

El presidente escaló el conflicto amenazando directamente las fuentes de ingresos de Musk. “La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es rescindir los subsidios y contratos gubernamentales de Elon”, declaró Trump en Truth Social.

Las empresas Tesla Inc. y SpaceX han sido beneficiarias históricas de múltiples contratos y subsidios federales, especialmente en operaciones espaciales y de defensa. Sin embargo, los expertos consideran que rescindir estos acuerdos resultaría legal y prácticamente complejo.

Las acciones de Tesla registraron una caída del 8% en Wall Street tras las declaraciones cruzadas, reflejando la preocupación de los inversores sobre el deterioro de la relación entre ambos magnates.

La alianza Trump-Musk ha sido históricamente volátil. Antes de 2016, Musk declaró a CNBC que Trump no parecía “el mejor tipo” para la presidencia. Tras la victoria electoral, participó brevemente en un consejo asesor presidencial hasta retirarse en 2017 por desacuerdos sobre el Acuerdo de París.

El acercamiento se produjo durante la administración Biden, cuando Musk adquirió Twitter en 2022 y reactivó la cuenta de Trump. Durante la campaña electoral de 2024, el empresario se convirtió en uno de los principales donantes de Trump, aportando casi 300 millones de dólares.

Con información de la república y noticias caracol