En uno de sus primeros actos tras asumir nuevamente la Presidencia, Donald Trump ha ordenado el despliegue de 1.500 militares adicionales en la frontera con México, como parte de su promesa de reforzar la seguridad fronteriza y “cerrar” el paso a migrantes. Este movimiento se suma a los 2.200 efectivos en activo y 4.500 reservistas de la Guardia Nacional que ya operan en la zona fronteriza.

Según la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, el presidente firmó la orden ejecutiva el lunes, marcando el inicio de una serie de medidas para fortalecer el control en la frontera sur. Estas incluyen el envío de tropas, helicópteros y personal especializado en inteligencia para labores de detección y control, así como la construcción de barreras físicas temporales y permanentes.

El secretario de Defensa en funciones, Robert Salesses, señaló que este despliegue representa un incremento del 60 % en el número de fuerzas activas desde que Trump asumió el cargo esta semana. Además, el Pentágono proporcionará transporte aéreo para facilitar la deportación de más de 5.000 migrantes detenidos en ciudades como San Diego y El Paso.

Aunque las tropas desplegadas no tienen autorización para realizar funciones policiales debido a restricciones legales como la Ley Posse Comitatus de 1878, estas se encargarán de labores logísticas y administrativas, apoyando a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).

En su orden ejecutiva, Trump anunció que evaluará en los próximos 90 días la posibilidad de invocar la Ley de Insurrección de 1807, lo que permitiría a las fuerzas armadas asumir funciones policiales dentro del país, en un rol más activo en el control fronterizo.

Fin de los programas de diversidad en el gobierno federal

Paralelamente, la administración Trump ha dado un giro radical en las políticas de diversidad, igualdad e inclusión que caracterizaron al gobierno de su predecesor, Joe Biden. El lunes, Trump firmó órdenes ejecutivas que eliminan los programas federales de Diversidad, Igualdad, Inclusión y Accesibilidad (DEIA) y colocan a los empleados de estas oficinas en baja administrativa retribuida.

La portavoz de la Casa Blanca confirmó que las iniciativas de DEIA serán desmanteladas en todas las agencias federales. En sus declaraciones, Trump argumentó que estos programas “discriminaban a los blancos, particularmente a los hombres”, y aseguró que eran “ilegales e inmorales”.

Además, el presidente revocó numerosas órdenes ejecutivas que promovían la igualdad LGBTQ y emitió decretos para reconocer oficialmente únicamente dos géneros, lo que ha sido considerado un ataque directo a la comunidad transgénero. Durante su campaña, Trump criticó duramente el reconocimiento de la diversidad de género y las políticas que permitían la participación de mujeres transgénero en el deporte femenino.

Con estas medidas, Trump busca marcar un contraste con las políticas inclusivas de la administración Biden, desmantelando programas que, según él, “perjudican la seguridad y la cohesión del país”.