El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este domingo que la guerra entre Israel y Hamás “ha terminado”. Las declaraciones, realizadas a bordo del Air Force One antes de su viaje oficial, sorprendieron a la prensa internacional, dado que no se han revelado los detalles específicos que sustentan su afirmación.

“La guerra ha terminado, ustedes lo entienden”, dijo Trump ante los periodistas, sin ofrecer más explicaciones. Sin embargo, su anuncio llega tras meses de mediación directa entre Washington, Tel Aviv y representantes indirectos del grupo islamista Hamás, que gobierna la Franja de Gaza desde 2007.

El mandatario estadounidense ha promovido desde septiembre un plan de paz compuesto por 20 puntos, que busca poner fin a uno de los conflictos más prolongados del siglo. El documento propone la liberación de todos los rehenes israelíes y de los presos palestinos, además de garantizar el retorno de los restos de las víctimas.

El plan, que fue presentado junto con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, plantea que Israel no ocupará ni anexará Gaza, y que se permitirá el ingreso inmediato de ayuda humanitaria. Además, propone la creación de un “panel de expertos” encargado de reconstruir la Franja con inversiones internacionales y proyectos de desarrollo económico.

Uno de los puntos más controvertidos es la exclusión total de Hamás de cualquier rol político o administrativo en el futuro gobierno de Gaza. El texto menciona que, si se cumplen las condiciones, podría abrirse la posibilidad para la creación de un Estado palestino “en un futuro cercano”.

Reacciones e incertidumbre

Hasta el momento, Hamás no ha confirmado si aceptará los términos del acuerdo. Cuando Trump y Netanyahu presentaron la propuesta, el grupo afirmó que “no conocía oficialmente el plan” y que debía “analizarlo en detalle” antes de pronunciarse. Analistas advierten que la posición del movimiento, catalogado como terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea y Reino Unido, históricamente ha sido contraria a reconocer al Estado de Israel o renunciar a la lucha armada.

Por su parte, funcionarios israelíes han recibido con cautela la declaración de Trump. Si bien el anuncio del fin de la guerra coincide con un alto el fuego y con los preparativos para la liberación de rehenes, el país mantiene operaciones de seguridad en Gaza y sus fronteras.

Un conflicto de más de siete décadas

El enfrentamiento entre Israel y los palestinos tiene raíces profundas. Su punto moderno de inflexión se remonta a 1947, cuando la ONU aprobó la partición del territorio en dos Estados, uno judío y otro árabe. Israel aceptó la propuesta, pero los países árabes la rechazaron, lo que desencadenó la guerra de 1948 y el desplazamiento de más de 700.000 palestinos, conocido como la *Nakba*.

Desde entonces, el conflicto ha atravesado guerras, levantamientos (*intifadas*), atentados y negociaciones fallidas. Hamás, fundado en 1987 durante la Primera Intifada, asumió el control total de Gaza en 2007 tras enfrentarse a la Autoridad Nacional Palestina, lo que fracturó aún más el liderazgo político palestino.

La violencia más reciente se desató el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás lanzó un ataque sorpresa contra Israel que dejó más de 1.000 muertos y unos 250 rehenes. La ofensiva israelí en respuesta devastó gran parte de Gaza, causando miles de víctimas civiles y un desplazamiento masivo.

Aunque Trump ha declarado el fin de la guerra, expertos en política internacional advierten que la estabilidad en Gaza dependerá de la implementación real del plan y de la aceptación de ambas partes. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con cautela si el anuncio del presidente estadounidense marca el inicio de una nueva etapa o simplemente un alto en una historia marcada por décadas de enfrentamientos y fracasos diplomáticos.