Una explosión ocurrida en un transformador eléctrico desató el caos y provocó una estampida que dejó un saldo preliminar de 29 estudiantes fallecidos y más de 260 heridos este jueves en el Liceo Barthélémy Boganda, en Bangui, capital de la República Centroafricana.

El hecho tuvo lugar durante el segundo día de los exámenes de bachillerato, en una jornada que reunió a cerca de 5.300 jóvenes de cinco instituciones educativas. Según reportes de las autoridades locales, el incidente se produjo cuando el transformador, que se encontraba en proceso de mantenimiento, fue reactivado repentinamente, provocando un estallido que generó pánico generalizado.

De acuerdo con Abel Assaye, director del Hospital Comunitario de Bangui, la mayoría de las víctimas murieron en el lugar de la tragedia, mientras que otras perdieron la vida tras ser trasladadas a centros de atención médica. “El ruido y la nube de humo causaron una alarma masiva. El hospital está colapsado”, declaró el funcionario. Entre los fallecidos se encuentran 16 mujeres, incluidas dos embarazadas. El balance de víctimas podría aumentar en las próximas horas, debido a la gravedad de algunos heridos.

Testigos relataron escenas de desesperación y confusión. Al estallar el transformador, los estudiantes comenzaron a correr en diferentes direcciones, intentando huir del recinto. Algunos saltaron desde ventanas del primer piso, mientras otros quedaron atrapados en las salidas. “Corrimos hacia una puerta, pero era muy pequeña. Muchos quedaron atrapados y aplastados”, relató un alumno a Radio France Internacional.

El presidente Faustin-Archange Touadéra, quien se encontraba en Bruselas participando en una cumbre internacional, decretó tres días de duelo nacional. Además, aseguró que el Estado asumirá los costos de la atención médica de los heridos. “Mi solidaridad y compasión están con las familias, los profesores y los estudiantes que vivieron esta tragedia”, expresó en un mensaje difundido en redes sociales.

El primer ministro Félix Molua visitó a los pacientes hospitalizados y anunció que se llevará a cabo una investigación para esclarecer las causas de la explosión y determinar eventuales responsabilidades. Por su parte, el Ministerio de Educación suspendió de inmediato los exámenes de bachillerato hasta nueva orden.

Mientras tanto, las familias viven horas de angustia. “Mi hija está en estado crítico. Si muere, mi vida también se acaba”, expresó entre lágrimas un padre que esperaba información en las afueras del hospital.

La tragedia ocurre en un contexto de inestabilidad política y crisis humanitaria que persiste en la República Centroafricana desde hace más de una década. El país enfrenta enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales, apoyadas por contratistas militares extranjeros, y múltiples grupos armados que operan en distintas regiones.

El estallido de este transformador y la posterior estampida representan uno de los peores incidentes escolares en la historia reciente de la nación centroafricana. Las autoridades reiteraron que la prioridad inmediata es atender a los heridos y acompañar a las familias en duelo, mientras avanzan las investigaciones técnicas para determinar por qué el transformador fue puesto en funcionamiento durante un evento masivo.

Se espera que en los próximos días se conozcan detalles adicionales sobre el informe oficial y las medidas que adoptará el Gobierno para evitar que un suceso similar vuelva a repetirse en el sistema educativo del país.