La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha revelado que más de 20.000 personas han perdido la vida en los 16 meses que lleva el conflicto en Sudán, un país del noreste africano que se encuentra sumido en una devastadora conflagración. El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ofreció esta sombría estadística en una conferencia de prensa en Port Sudan, donde tiene su sede el gobierno internacionalmente reconocido.

El conflicto en Sudán estalló en abril del año pasado cuando se produjeron choques entre las fuerzas armadas y un grupo paramilitar llamado Fuerzas de Apoyo Rápido. Desde entonces, la capital Jartum y otras partes del país se han convertido en campos de guerra, diezmando la infraestructura civil y acabando con el sistema de salud. Muchos hospitales e instalaciones médicas han cerrado debido a la falta de suministros básicos.

La crisis ha generado el mayor éxodo de refugiados del mundo, con más de 13 millones de personas que han tenido que huir de sus viviendas desde que estallaron los combates, según la Organización Internacional para las Migraciones. De ellas, unas 2,3 millones han huido a países vecinos.

Además, han ocurrido atrocidades como masacres y violaciones masivas por motivos étnicos, que llegan al nivel de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, según la ONU y grupos internacionales de derechos humanos. Investigadores de derechos humanos apoyados por la ONU han pedido la creación de una “fuerza independiente e imparcial” para proteger a civiles, culpando a ambos bandos por crímenes de guerra como asesinatos, mutilaciones y torturas.

La crisis se ha agravado debido a unas devastadoras inundaciones recientes que han causado la muerte de decenas de personas y han destrozado infraestructura crítica en 12 de las 18 provincias de Sudán. Además, un brote de cólera ha causado la muerte de al menos 165 personas y ha enfermado a unas 4.200 en semanas recientes, según el Ministerio de Salud.

Tedros Adhanom Ghebreyesus ha llamado al mundo a “despertar y ayudar a Sudán para que salga de su pesadilla”, destacando que urge un cese al fuego. “La mejor medicina es la paz”, ha destacado.

Con información de ap