Rusia busca desarrollar un arma nuclear antisatélite
Por: Ronny Orejarena
19 febrero, 2024
Según fuentes de inteligencia de Estados Unidos, Rusia está intentando desarrollar un arma nuclear espacial conocida como EMP nuclear, capaz de destruir satélites al generar una onda de energía masiva. Esta amenaza potencial podría paralizar satélites comerciales y gubernamentales esenciales para las comunicaciones, pagos y navegación por Internet.
El representante Mike Turner de Ohio, presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representante, desató preocupaciones sobre una “grave amenaza para la seguridad nacional” relacionada con esta nueva capacidad nuclear antisatélite rusa. Aunque el arma se encuentra en fase de desarrollo y no está en órbita actualmente, su potencial impacto en la vida cotidiana sería significativo.
El término técnico para este tipo de arma es EMP nuclear, que generaría un pulso electromagnético y partículas cargadas afectando satélites en órbita terrestre baja. El presidente Biden confirmó la existencia de esta nueva capacidad, pero su naturaleza altamente clasificada limita la información disponible.
La comunidad de inteligencia ha seguido de cerca los esfuerzos rusos en armas antisatélite, incluyendo el EMP, pero los informes recientes indican un enfoque más avanzado y preocupante por parte de Rusia. Existe incertidumbre sobre si esta arma afectaría a sistemas como el GPS y satélites nucleares de mando y control.
Expertos consideran que esta arma podría ser un “último recurso” para Rusia y podría afectar megaconstelaciones de pequeños satélites, como los Starlink de SpaceX. Además, se ha señalado la posible violación del Tratado sobre el espacio ultraterrestre de 1967, que prohíbe armas de destrucción masiva en el espacio, como consecuencia de un lanzamiento de este tipo.
La información sobre esta amenaza se ha revelado de manera perjudicial, y la comunidad de inteligencia busca preservar su acceso a fuentes sensibles. Rusia se ha retirado de varios tratados de control de armamento en los últimos años, generando preocupaciones sobre la arquitectura de control de armas posterior a la Guerra Fría.