Las principales ciudades brasileñas de Río de Janeiro y São Paulo experimentaron temperaturas récord durante el pasado fin de semana debido a una intensa ola de calor. Esto provocó una afluencia masiva de personas a las playas cariocas y a piscinas y parques públicos paulistas en busca de alivio del intenso bochorno.

En Río de Janeiro, el Centro de Operaciones reportó una sensación térmica sin precedentes de 62,3°C en Guaratiba. Las playas de la ciudad se vieron abarrotadas de bañistas disfrutando del mar para refrescarse.

Por su parte, São Paulo también sufrió calores inusualmente altos, alcanzando los 34,7°C, la máxima para un mes de marzo desde 1943. El intenso calor afectó las actividades cotidianas, con un aumento significativo en la demanda de piscinas públicas y centros educativos.

Ante la situación, las autoridades paulistas desplegaron la Operación Altas Temperaturas, instalando estaciones para distribuir agua y frutas, atendiendo a más de 44.000 personas durante el fin de semana.

Mientras que la afluencia masiva a playas y piscinas generó un aumento del 25% al 30% en los ingresos de hoteles, restaurantes y bares del estado de São Paulo, según la federación del sector, algunos comercios de ciertas áreas sufrieron por cortes de energía.

Se espera que la ola de calor comience a disiparse el jueves con la llegada de un frente frío y lluvias a la región. Hasta entonces, las ciudades brasileñas continúan lidiando con las altas temperaturas récord que han puesto a prueba su capacidad para brindar alivio a la población.

Con información de La FM