Durante la homilía del funeral del papa Francisco, el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, destacó la visión de una “Iglesia abierta a todos” y marcó el tono de los retos que deberá enfrentar el próximo pontífice. Con el cónclave programado para iniciar el 7 de mayo, los 134 cardenales electores se preparan para elegir al sucesor de Francisco, en un contexto de divisiones internas, tensiones diplomáticas y desafíos estructurales.

1. La unidad en una Iglesia dividida

Uno de los principales retos será garantizar la unidad de la Iglesia Católica, marcada por diferencias entre sectores más conservadores y otros más reformistas. Durante los doce años de pontificado de Francisco, se evidenció una creciente polarización en torno a temas doctrinales y administrativos.

“Un elemento significativo es tener un garante de la unidad dentro de la Iglesia, a pesar de la diversidad presente en el catolicismo”, explicó Roberto Regoli, profesor de Historia de la Iglesia en la Pontificia Universidad Gregoriana. Por ello, diversos analistas consideran probable que el nuevo papa tenga un perfil moderado, capaz de conciliar posturas dentro del clero y entre los fieles.

2. Participación de las mujeres en la Iglesia

Aunque bajo el pontificado de Francisco se descartó el acceso de las mujeres al sacerdocio y al diaconado, la discusión sobre su mayor participación en cargos eclesiásticos continúa abierta. El nombramiento de Simona Brambilla como prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada en enero de 2025 —en reemplazo de un cardenal— generó reacciones dentro del Vaticano.

Esta situación refleja un debate más amplio sobre el papel de la mujer en la estructura eclesial. “Es también una cuestión cultural, ya que la percepción del rol de la mujer varía entre Occidente, África o América Latina”, comentó Regoli.

3. Bendiciones a parejas del mismo sexo

El documento Fiducia Supplicans, emitido por la Congregación para la Doctrina de la Fe, permitió la bendición de parejas en situaciones “irregulares”, incluidas las del mismo sexo. Esta decisión generó respuestas divergentes dentro de la Iglesia, especialmente desde África, donde los obispos rechazaron el texto de forma unánime y solicitaron aclaraciones al Vaticano.

El próximo papa deberá gestionar estas tensiones y dar respuesta a las preocupaciones planteadas por las conferencias episcopales de continentes donde el catolicismo está en crecimiento.

4. Relaciones diplomáticas con China y Estados Unidos

En el ámbito internacional, uno de los legados más complejos del pontificado de Francisco es el acuerdo con China sobre el nombramiento de obispos. Este pacto ha sido renovado periódicamente, pero ha generado críticas tanto dentro como fuera del Vaticano por permitir a Pekín influir en decisiones eclesiales.

Por otro lado, las relaciones con Estados Unidos también se han visto marcadas por tensiones, especialmente en lo relacionado con políticas migratorias y cooperación internacional. Con la presidencia de Donald Trump nuevamente en curso, el futuro papa deberá enfrentar un escenario diplomático sensible con la administración estadounidense.

5. Reformas económicas y sostenibilidad financiera

Las finanzas del Vaticano han sido objeto de reformas significativas durante el pontificado de Francisco, con avances en transparencia financiera y control del Instituto para las Obras de Religión (IOR). Sin embargo, persiste el reto de reducir el déficit y optimizar los gastos, en un contexto de caída en las donaciones.

El próximo líder de la Iglesia deberá abordar la sostenibilidad financiera del Vaticano, asegurando una administración eficaz de los recursos y continuando las políticas de reforma económica impulsadas en los últimos años.