La Policía de Corea del Sur inició este jueves una investigación formal contra el presidente Yoon Suk-yeol tras dos denuncias que lo acusan de traición por su controvertida declaración de la ley marcial, posteriormente revocada.

La investigación, asignada al equipo de Seguridad de la Agencia Nacional de Investigación, surge después de denuncias presentadas por el partido minoritario Rebuilding Korea Party y un grupo de 59 activistas, según informó un oficial policial a la agencia Yonhap.

Las acusaciones no solo involucran a Yoon, sino también a altos funcionarios como el exministro de Defensa Kim Yong-hyun, el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Park An-su, y el ministro del Interior, Lee Sang-min.

Un detalle revelador es que Kim Yong-hyun, quien ya presentó su renuncia, habría ordenado a las tropas infiltrarse en la Asamblea Nacional y bloquear a los legisladores durante la declaración de la ley marcial, según declaraciones del viceministro de Defensa, Kim Seon-ho.

La situación política se tensa aún más con el anuncio del Partido Democrático (PD), principal formación opositora, de votar una moción de destitución presidencial el próximo sábado. Esta moción, firmada por 191 parlamentarios opositores, fue presentada poco después de la medianoche del 4 de noviembre.

La declaración fugaz de la ley marcial y su inmediata revocación han generado una crisis política significativa, poniendo en entredicho la gobernabilidad y estabilidad institucional de Corea del Sur.
Las próximas horas serán cruciales para determinar el destino político de Yoon Suk-yeol, quien enfrenta una presión sin precedentes para abandonar su cargo.