El presidente argentino, Javier Milei, ha anunciado planes para despedir a 70.000 trabajadores del gobierno en los próximos meses, en un movimiento que subraya su enfoque de reducción del Estado. Estas medidas representan un cambio significativo en la política laboral del país y tienen como objetivo principal lograr un equilibrio fiscal este año.

Milei expresó su determinación durante un evento en Buenos Aires, donde detalló una serie de acciones que incluyen la congelación de obras públicas, recortes de fondos a los gobiernos provinciales y la cancelación de más de 200.000 planes de bienestar social, que considera corruptos.

A pesar de que los recortes de empleo solo afectarán a una pequeña fracción de los trabajadores del sector público argentino, es probable que enfrenten una fuerte oposición de los sindicatos del país y podrían afectar su popularidad. El anuncio ya ha provocado la declaración de una huelga por parte de un sindicato estatal y se espera que genere más tensiones en el futuro cercano.

Milei enfatizó la necesidad de estas medidas ante la escalada de la inflación, que alcanza una tasa anual del 276%, y destacó la importancia de alcanzar un equilibrio fiscal para estabilizar la economía.

El líder del sindicato estatal de trabajadores ATE anunció un paro nacional en respuesta a los despidos propuestos por Milei, lo que indica el descontento generalizado entre los trabajadores del gobierno.

A pesar de las críticas y protestas, Milei citó encuestas que muestran un aumento en el optimismo sobre la economía entre los argentinos, lo que sugiere que su política económica podría estar ganando apoyo público.

Durante su discurso, Milei también abordó otros temas clave, como la política monetaria y las reservas internacionales. Calificó como “ridículas” las propuestas de devaluar la moneda nuevamente y señaló que el banco central está en camino de lograr reservas netas neutrales después de enfrentar desafíos financieros significativos en diciembre.

Además, Milei anunció su intención de continuar con las reformas económicas después de las elecciones al Congreso de 2025, con más de 3.000 reformas en proceso. Aunque su decreto de emergencia fue rechazado por el Senado, Milei consideró este hecho como una oportunidad para exponer la corrupción en la política.

En cuanto a las perspectivas económicas, Milei expresó optimismo sobre una recuperación en forma de V, lo que sugiere un futuro más prometedor para la economía argentina.