El Departamento de Defensa estadounidense implementó este viernes 19 de septiembre nuevas medidas que obligan a los periodistas acreditados a obtener aprobación gubernamental antes de publicar cualquier información relacionada con el Pentágono, independientemente de su clasificación.

La administración Trump anunció que revocará las credenciales de prensa de aquellos periodistas que no cumplan con el requisito de autorización previa, según documentos comunicados a los medios el viernes por la noche.

El Departamento de Defensa ahora exige que los periodistas acepten someter cualquier publicación sobre la institución a la aprobación gubernamental como condición para mantener el acceso. Las nuevas normas establecen que “la información del Departamento de Defensa debe ser aprobada para su divulgación pública por un funcionario autorizado antes de su publicación, incluso si no está clasificada”.

Las restricciones se extienden a información recopilada por periodistas a través de fuentes internas anónimas, fuera de los canales de comunicación oficiales. El incumplimiento de estas normas constituye motivo explícito para la revocación de acreditaciones.

Mike Balsamo, presidente del Club Nacional de Prensa de Washington, expresó su preocupación por las implicaciones de estas medidas. “Si las noticias sobre nuestras fuerzas armadas deben ser aprobadas primero por el gobierno, el público ya no recibe información independiente”, declaró el dirigente gremial.

Balsamo advirtió que bajo estas condiciones, los ciudadanos “solo recibirán lo que los funcionarios quieren que vean. Eso debería alarmar a todos los estadounidenses”. El presidente del Club Nacional de Prensa instó al Pentágono a revocar estos requisitos.

Las nuevas restricciones se enmarcan en la estrategia más amplia de la administración Trump hacia los medios de comunicación tradicionales. El presidente ha intensificado sus críticas contra diversos outlets periodísticos, llegando a demandar al Wall Street Journal y al New York Times.

Las nuevas restricciones entran en vigor de manera inmediata, afectando a todos los periodistas acreditados para cubrir actividades del Pentágono y estableciendo un nuevo marco de relaciones entre el Departamento de Defensa y los medios de comunicación estadounidenses.

Con información de dw