En una medida sin precedentes, la red aeroportuaria de Alemania se verá sumida en el caos este jueves, ya que el personal de seguridad -representado por el sindicato Verdi- ha convocado una huelga de 24 horas en demanda de mejoras salariales y condiciones laborales más justas. La paralización afectará a la mayoría de los aeropuertos del país, a excepción del aeropuerto de Múnich, afectando más de 1.100 vuelos y cerca de 200 mil pasajeros.

Entre los aeropuertos afectados se encuentran Hamburgo, Bremen, Hannover, Berlín, Colonia, Düsseldorf, Leipzig, Dresde, Erfurt, Frankfurt y Stuttgart, este último siendo el principal centro de transporte aéreo en Alemania. Los empleados en huelga se desempeñan en áreas como control de pasajeros, equipajes, carga y servicios, trabajadores que desempeñan un papel crucial en la seguridad de los viajeros, controlando el acceso a las zonas seguras de los aeropuertos y supervisando los equipajes de mano.

Verdi exige un aumento salarial de 2,80 euros por hora para unos 25 mil trabajadores del sector, como compensación por la pérdida de poder adquisitivo ante la alta inflación. La patronal ofrece alzas del 4% en 2024 y 3% en 2025, muy por debajo de lo solicitado.

El vocero Wolfgang Pieper calificó la propuesta patronal de “totalmente insuficiente” y destacó que la adhesión a la huelga es “buena a muy buena”, llegando al 100% en el aeropuerto de Colonia. Los paros se extenderán por 24 horas si no hay acuerdo.

En declaraciones a la prensa, el representante de Verdi explicó la razón detrás de la huelga, señalando que “los precios han subido casi un 6 por ciento en Alemania en 2023, lo cual ha tenido un impacto negativo directo en los trabajadores”. Esta medida de fuerza refleja las crecientes tensiones laborales en el país, donde no solo el personal de seguridad en los aeropuertos está en desacuerdo con sus empleadores, sino que los maquinistas de tren y los empleados del transporte público en diversas ciudades también han convocado huelgas en busca de mejoras salariales. Por ello, esta huelga, en medio de la ya existente paralización de los trenes en Alemania, agrega una capa adicional de complicaciones al sistema de transporte del país.

La huelga de los maquinistas de tren ha dejado a la Deutsche Bahn (DB), la empresa ferroviaria alemana, en una situación complicada, afectando la operación y generando molestias significativas para los usuarios. Además, empleados de empresas locales de transporte público en varias ciudades alemanas también han programado huelgas en solidaridad con las demandas salariales.

Mientras tanto, la patronal de los aeropuertos alemanes se mantiene firme en su postura, alegando dificultades económicas y la imposibilidad de satisfacer las demandas salariales de los trabajadores. La incertidumbre reina en el sector de transporte aéreo y terrestre, con millones de pasajeros enfrentando interrupciones y cancelaciones en sus planes de viaje. Los pasajeros, las empresas y el gobierno observan con atención mientras Alemania enfrenta uno de los mayores desafíos en su sistema de transporte en años.