El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el asesinato de seis periodistas palestinos en un ataque del Ejército de Israel contra una carpa destinada a medios de comunicación en la ciudad de Gaza. El hecho ocurrió el 10 de agosto y ha reavivado las denuncias sobre los riesgos extremos que enfrentan los profesionales de prensa en la zona de conflicto.

Según su portavoz, Stéphane Dujarric, el titular de Naciones Unidas calificó lo sucedido como un ataque directo contra periodistas, cinco de los cuales trabajaban para la cadena qatarí Al Yazira. Entre las víctimas se encontraba Anas al Sharif, reconocido por su amplia cobertura del conflicto y galardonado en 2024 con el Premio Defensor de los Derechos Humanos de Amnistía Internacional (AI).

Guterres solicitó una investigación “independiente e imparcial” para esclarecer las circunstancias del ataque, y recordó que, desde el inicio de la ofensiva militar israelí el 7 de octubre de 2023, al menos 242 periodistas han perdido la vida en el enclave palestino. “Los trabajadores de los medios deben ser respetados y protegidos, y se les debe permitir realizar su labor sin miedo ni acoso”, señaló Dujarric.

El ataque ocurrió a las afueras del hospital de Al Shifa, cuando un proyectil israelí impactó contra la carpa en la que se encontraban los comunicadores. La ONU lamentó que el personal de Al Yazira, ya afectado en otras ocasiones por la violencia en Gaza, vuelva a ser blanco del conflicto.

Amnistía Internacional habla de crímenes de guerra

Amnistía Internacional reaccionó con firmeza, denunciando que se trató de un ataque deliberado. La organización indicó que las fuerzas israelíes reconocieron públicamente su responsabilidad, lo que, a su juicio, configura un crimen de guerra según el Derecho Internacional Humanitario.

“La voz de Anas, como la de muchos periodistas y defensores de derechos humanos, se ha apagado. La historia juzgará a quienes permanezcan en silencio ante este genocidio”, expresó AI en un comunicado difundido en la red social X. La ONG destacó la valentía y el compromiso de Al Sharif, quien trabajó durante años en condiciones extremas para documentar la realidad en Gaza.

El caso se suma a la creciente preocupación internacional por la seguridad de periodistas y trabajadores humanitarios en zonas de guerra. Organismos internacionales, asociaciones de prensa y grupos defensores de derechos humanos insisten en la necesidad de que los ataques contra comunicadores sean investigados y sancionados, para evitar que la violencia contra la libertad de prensa continúe en contextos de conflicto armado.