La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos felicitó este viernes a la líder opositora venezolana María Corina Machado por haber recibido el Premio Nobel de la Paz 2025, destacando que el reconocimiento simboliza “las claras aspiraciones del pueblo de Venezuela a unas elecciones libres y justas, al respeto de los derechos civiles y al Estado de derecho”.

Durante una rueda de prensa en Ginebra, el portavoz del organismo, Thameen Al Kheetan, afirmó que el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, “ha defendido de forma constante estos valores”, en referencia a la importancia de la democracia, la libertad política y la protección de los derechos fundamentales.

Al Kheetan subrayó además la disposición de la oficina de mantener “un diálogo de buena fe con el Gobierno de Venezuela y con todas las partes implicadas, sobre la base del respeto mutuo”. Añadió que la ONU sigue “firmemente comprometida en trabajar para defender y proteger los derechos humanos de todos los venezolanos, tanto dentro del país como en el exterior”.

El funcionario lamentó que en julio pasado la Asamblea Nacional venezolana declarara persona non grata al alto comisionado Volker Türk, tras sus reiterados llamados a liberar presos políticos y garantizar la independencia judicial en el país. “A pesar de ese incidente, nuestro compromiso con el pueblo venezolano permanece intacto”, señaló.

Por su parte, Alessandra Vellucci, portavoz de la sede europea de Naciones Unidas en Ginebra, también felicitó a Machado y recordó que el Comité Noruego del Nobel la reconoció por “su promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.

El anuncio del galardón, realizado este viernes en Oslo, fue encabezado por el presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, quien calificó a Machado como “una valiente y comprometida defensora de la paz, una mujer que mantiene viva la llama de la democracia en medio de una creciente oscuridad”.

El reconocimiento internacional a Machado llega en un momento decisivo para Venezuela, que atraviesa un prolongado estancamiento político y social, marcado por la represión de la disidencia y la falta de garantías electorales. Analistas coinciden en que el Nobel no solo exalta su trayectoria personal, sino que refuerza la visibilidad global de la crisis venezolana y la demanda de una transición pacífica hacia la democracia.