El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, emprendió este domingo su viaje hacia Washington para mantener su primera reunión bilateral con el presidente estadounidense, Donald Trump, programada para el martes. Este encuentro histórico marca la primera reunión de Trump con un líder extranjero desde su toma de posesión el 20 de enero.

El viaje se produce en un momento crucial, coincidiendo con el inicio previsto de las negociaciones indirectas entre Israel y Hamás para definir la segunda fase del acuerdo de tregua en Gaza. Esta nueva etapa contempla la liberación de todos los rehenes israelíes retenidos en el enclave palestino y busca establecer las condiciones para un final definitivo del conflicto.

La primera fase del acuerdo ya ha permitido la liberación de 13 rehenes israelíes y cinco tailandeses, a cambio de más de 500 presos palestinos. Se anticipa que, durante febrero, Hamás liberará a otros 20 rehenes de los 79 que permanecen cautivos, en intercambio por más de mil presos palestinos.

Sin embargo, la coalición gobernante israelí enfrenta divisiones internas. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, figura ultraderechista y residente de un asentamiento en Cisjordania ocupada, ha advertido que intentará derribar al gobierno si Israel no reanuda las operaciones militares en Gaza tras la primera fase de la tregua. En un mensaje posterior a la partida de Netanyahu, Smotrich instó a reforzar el control israelí sobre Cisjordania, donde el Ejército mantiene operaciones contra milicias en campos de refugiados palestinos.

Netanyahu viaja acompañado por el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, y el enlace gubernamental con las familias de los rehenes, Gal Hirsch. Antes de partir, el primer ministro declaró que la guerra ha transformado Oriente Medio y que, junto con Trump, Israel puede “cambiarla todavía más, y para mejor”.

No obstante, según medios israelíes, Trump ha expresado su oposición a que Israel reanude los combates en Gaza. El mandatario estadounidense busca reorientar sus prioridades hacia la frontera sur de Estados Unidos, la guerra en Ucrania y la región Asia-Pacífico. También se espera que las conversaciones aborden las condiciones necesarias para reactivar los esfuerzos de normalización con Arabia Saudita, proceso que se congeló al inicio del conflicto en Gaza.

Netanyahu se encuentra en una posición delicada, debiendo equilibrar las exigencias de Washington con las presiones internas de su coalición. El respaldo de Smotrich es crucial para mantener su mayoría gubernamental, mientras que las demandas de Trump podrían requerir concesiones significativas en relación con la cuestión palestina, especialmente para avanzar en la normalización con Arabia Saudita.

Con información de noticias caracol, EFE, AFP