Migrantes arriesgan su vida en el desierto de Chihuahua

Por: Ronny Orejarena

9 julio, 2024

Migrantes caminan por el desierto de Chihuahua Foto: EFE

La frontera norte de México se ha consolidado como una ruta migratoria peligrosa, especialmente en medio del verano y con temperaturas récord mayores a 40 grados. Los migrantes intentan evitar los crecientes operativos del Gobierno mexicano y de EE.UU., pero a costa de arriesgar su vida en las dunas del desierto de Chihuahua.

Giovanni Alpizar, un migrante de 32 años, compartió su objetivo de superar uno de los tramos más difíciles de la ruta migratoria, los 50 kilómetros finales antes de llegar a la frontera con EE.UU. “Por migración (cruzamos el desierto), porque nos detienen, no tenemos permiso mexicano. Gracias a Dios, me ha dado un poco de resistencia y el agua y todo”, contó Alpizar, quien no quiso revelar su nacionalidad.

La situación en la frontera es crítica. Según el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, hubo una caída del 70% en los arrestos diarios de migrantes en la frontera de EE.UU. con México desde el punto álgido de diciembre pasado. Sin embargo, la migración irregular interceptada por México subió cerca del 650% interanual hasta un récord de casi 1,4 millones de enero a mayo, según informó el Instituto Nacional de Migración (INM) en junio.

El padre Juan Carlos López, vocero de la Diócesis de Ciudad Juárez, pidió a las autoridades de ambos países que coordinen operaciones humanas para evitar que los migrantes tomen este tipo de riesgos. “Es triste ver a personas, a seres humanos, al fin de cuentas hermanos por nuestra condición de humanos, muriendo en estas circunstancias, sea en el desierto, sea en el río, es muy lamentable”, indicó el párroco.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) declaró en septiembre pasado a la frontera entre México y Estados Unidos como “la ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo”, con más de 686 migrantes fallecidos o desaparecidos en 2022.

Un reporte de las autoridades estadounidenses indicó que solo en las tres primeras semanas de junio un total de 25 migrantes fallecieron en el desierto por deshidratación o ahogados al intentar cruzar el río Bravo, mientras que otros 35 fueron rescatados de dichos peligros. El verano y las lluvias repentinas han aumentado el riesgo para los migrantes, que intentan cruzar la frontera a cualquier precio.

Con información de EFE