Solo un 8% de las más de 60,000 personas inscritas en los Centros de Movilidad Segura en Colombia, Guatemala y Costa Rica han sido remitidas al programa de refugiados de Estados Unidos, según información proporcionada por la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado de ese país.

En el caso de Colombia, la cifra es más dramática, ya que es el centro con más solicitudes: un total de 43,600 personas, de las cuales solo 1,150 fueron referidas para reasentamiento en EE.UU., lo que indica una tasa de 2,63% y sin precisar cuántos efectivamente han sido admitidos como refugiados.

Con el programa de Movilidad Segura, anunciado en abril de este año, el Gobierno de Estados Unidos busca proporcionar una oportunidad de “posible reasentamiento” en Estados Unidos a personas en situación de vulnerabilidad en estos países, pero las asignaciones para el reasentamiento no llegan ni al 18%, como es el caso de Guatemala, que presenta la mejor tasa con 2,400 personas remitidas de las 14,050 registradas, seguido por Costa Rica con 1250 admitidos de un total de 32,000 solicitudes y una tasa cercana al 4%.

La encargada de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado, Martha Youth, destacó que, aunque ha habido un inicio lento, “hay muchos más que están en fila y ahora vamos a ver que llegan muchos más”.

Además, informó que Estados Unidos ha “evaluado” a 7,850 de los inscritos en estos centros para “otras vías legales” de migración, como el permiso humanitario disponible para ciudadanos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, así como visas de trabajo temporal.

Pese a los esfuerzos del Gobierno de Joe Biden para disuadir la migración por tierra hacia EE. UU., se ha observado un aumento en los arrestos de migrantes que intentan cruzar de manera irregular la frontera con México en los últimos tres meses.

Solo en septiembre, las autoridades estadounidenses detuvieron a más de 210,000 personas en la frontera con México. Además, el flujo de personas a través de la Selva del Darién, entre Panamá y Colombia, ha alcanzado cifras históricas, con más de 400,000 personas cruzando esta peligrosa frontera natural en lo que va de año.

 

Crecimiento exponencial

La población inmigrante colombiana en Estados Unidos ha crecido significativamente desde 2018, impulsado por factores como el conflicto armado y los desafíos económicos postpandemia. Según el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC) de Colombia, más de 500,000 personas emigraron de Colombia en 2022, la cifra más alta registrada.

Además, el número de encuentros fronterizos de ciudadanos colombianos en la frontera entre Estados Unidos y México ha aumentado drásticamente, pasando de alrededor de 6,200 en el año fiscal 2021 a 125,200 en el año fiscal 2022 y 126,200 en los primeros ocho meses del año fiscal 2023.

Ante esta situación, la administración de Biden anunció la creación de nuevos procesos de reagrupación familiar en libertad condicional para personas de Colombia y otros países centroamericanos, con el objetivo de abordar el creciente número de inmigrantes que buscan reunirse con sus familiares en la frontera sur de Estados Unidos.

A pesar de las similitudes demográficas y socioeconómicas con la población inmigrante en general, los colombianos tenían más probabilidades de ser ciudadanos naturalizados y de obtener la tarjeta verde a través de vías de reagrupación familiar. El número de personas con origen colombiano que residían en Estados Unidos en 2021 era de aproximadamente 1.6 millones, lo que los convertía en el 24º grupo de diáspora más grande del país.

 

“El amor de mi visa”

Ante las dificultades para obtener la residencia americana, recientemente el actor mexicano Jaime Camil, puso en el tapete una de las estrategias más recurrentes para obtener la green card. En México, la práctica de casarse con un ciudadano estadounidense para obtener la residencia se conoce coloquialmente como “amor de mi visa”, hablando que él y su esposa son un ejemplo.

El conocido actor, habló sobre cómo ayudó a su esposa, Heidi Balvanera, a obtener una residencia permanente en Estados Unidos a través del proceso de solicitud de una Green Card. Aunque ya estaban casados en una ceremonia maya, necesitaban un certificado de matrimonio oficial, por lo que decidieron acudir a la Secretaría del condado de Ventura, acompañados de su pequeña hija Elena, para formalizar su matrimonio.

Sin embargo, surgió un problema cuando las autoridades migratorias interpretaron el hecho de que se casaron un día antes de presentar la solicitud de Green Card como un intento de fraude o de comprar el proceso de residencia. Finalmente, lograron resolver la situación y continuaron con el proceso.

Jaime Camil y Heidi Balvanera han estado casados desde hace casi 10 años y están felices con su vida en Estados Unidos.