El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este miércoles 30 de abril un incremento de las pensiones a 50 dólares y un aumento del 23% en el denominado “ingreso mínimo integral” del sector público. Sin embargo, mantuvo congelado el salario mínimo en 130 bolívares mensuales, equivalentes actualmente a 1,48 dólares según el cambio oficial.

“Las pensiones vamos a elevarlas a 50 dólares”, declaró Maduro durante un acto oficial, explicando que, aunque serán pagadas en bolívares, estarán “indexadas” mensualmente al dólar para proteger su valor de la inflación crónica que afecta a la economía venezolana.

Este anuncio cobra relevancia considerando que el mandatario estableció hace tres años el salario mínimo y las pensiones en 130 bolívares, equivalentes en aquel momento a 30 dólares mensuales, pero cuyo valor se ha ido diluyendo con el tiempo.

El sistema de compensación económica del gobierno venezolano se basa principalmente en bonificaciones. Maduro informó que “el ingreso de guerra económica lo vamos a elevar desde 90 dólares a 120 dólares mensuales”, monto que sumado al bono de alimentación o “cestaticket” de 40 dólares, elevará “el ingreso mínimo integral de la clase obrera a 160 dólares equivalentes en bolívares”.

Estos bonos se aplican a los 5,5 millones de trabajadores del sector público y fueron creados por el mandatario como mecanismo para compensar la merma de los ingresos tras asumir su tercer mandato consecutivo en enero de este año.

Nuevo bono de protección familiar

El presidente también anunció la creación de un nuevo bono de “protección de la familia trabajadora” que beneficiará a “cinco millones de familias”, aunque no reveló el monto exacto. Según indicó, los detalles serán presentados próximamente por la vicepresidenta Delcy Rodríguez.

Las organizaciones gremiales como la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) han rechazado en ocasiones anteriores la llamada “política de bonificación” de las remuneraciones, señalando que va en detrimento de beneficios laborales como aguinaldos, primas de cesantía o vacaciones, cuyos cálculos se basan en el salario mínimo.

Por este motivo, las exigencias sindicales se han centrado principalmente en solicitar un aumento del sueldo base, que permanece congelado en 130 bolívares desde hace tres años, y no en los bonos complementarios que no tienen impacto en el cálculo de estos beneficios laborales.

El anuncio se produce en vísperas de la conmemoración del Día Internacional del Trabajador, fecha en la que tradicionalmente el gobierno venezolano suele realizar este tipo de ajustes económicos.

Con información de dw