Latinoamérica tendrá fuerte presencia en el próximo cónclave con 22 cardenales electores

Por: Maria Jose Salcedo

3 mayo, 2025

Cardenales Foto: GettyImages / Alessandra Benedetti - Corbis

América Latina tendrá una significativa representación en el próximo cónclave papal con 22 cardenales electores provenientes de doce países, destacándose Brasil con siete purpurados y Argentina con cuatro, consolidando así la influencia de la región en la Iglesia Católica global.

Los cardenales latinoamericanos representan un mosaico de sensibilidades pastorales, formaciones académicas y posicionamientos dentro del espectro eclesial, reflejando la pluralidad de una Iglesia cada vez más global.

Entre los purpurados brasileños destaca el cardenal Leonardo Ulrich Steiner, arzobispo de Manaos, conocido por su defensa de los derechos indígenas y del medioambiente amazónico. Su compatriota Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre, también se ha convertido en una de las voces más firmes en la defensa medioambiental, especialmente tras las devastadoras inundaciones que afectaron el sur de Brasil.

La representación argentina incluye a figuras como el cardenal Víctor Manuel Fernández, apodado “Tucho”, actual prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y considerado uno de los colaboradores más cercanos del papa Francisco. A sus 62 años, Fernández se ha convertido en uno de los principales motores de la reforma eclesial impulsada desde el Vaticano.

Muchos de estos cardenales se caracterizan por su compromiso con las causas sociales. El guatemalteco Álvaro Ramazzini, de 77 años, ha sido un defensor incansable de los derechos de los indígenas, los migrantes y los marginados, lo que le ha valido incluso amenazas de muerte.

En México, el cardenal Carlos Aguiar Retes representa una línea de continuidad con la perspectiva del papa Francisco, con quien mantiene una relación cercana, mientras que Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, es valorado por su compromiso social y sólida formación doctrinal.

El ecuatoriano Luis Gerardo Cabrera Herrera ha sido una voz prominente en temas de paz, aunque también ha generado debate por sus posiciones respecto al aborto y la “ideología de género”. Por su parte, el peruano Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio ha mostrado una postura más matizada sobre estos temas y ha sido contundente en su exigencia de abolir el Sodalitium Vitae Christianae, un grupo religioso conservador implicado en presuntos abusos.

El cónclave reflejará también las tensiones propias de una Iglesia que busca equilibrar tradición y renovación. El cardenal uruguayo Daniel Fernando Sturla Berhouet, por ejemplo, desafió al papa Francisco al rechazar la instrucción del Vaticano sobre la bendición de parejas del mismo sexo, aunque comparte con el pontífice el rechazo a la legalización del aborto.

El chileno Fernando Chomalí Garib, de 68 años y con ascendencia palestina, se ha distinguido por su lucha contra la pederastia y por impulsar reformas de transparencia en los procedimientos judiciales de la Iglesia.

Algunos purpurados provienen de contextos sociales y políticos particularmente complejos. El nicaragüense Leopoldo José Brenes Solórzano ha jugado un papel crucial en momentos de tensión política en su país, abogando por el diálogo y la reconciliación.

El cubano Juan de la Caridad García Rodríguez representa una Iglesia que ha tenido que navegar las restricciones impuestas por el régimen castrista, desarrollando programas de evangelización que involucran a diferentes generaciones.

La presencia de estos 22 cardenales electores latinoamericanos, con edades que oscilan entre los 57 y los 78 años, garantiza que la sensibilidad y las preocupaciones de la región tendrán un peso significativo en la elección del próximo pontífice.

 

 

 

Con información de wradio, efe