Las grandes marcas del Fast Fashion que quedaron expuestas por su baja calidad

Por: Maria José Salcedo

26 diciembre, 2023

Las grandes marcas del Fast Fashion que quedaron expuestas por su baja calidad

En una alarmante revelación, se ha descubierto que grandes cadenas de marcas con presencia mundial están produciendo cantidades exorbitantes de prendas que superan ampliamente las ventas reales. Este fenómeno, asociado a precios bajos y bajos estándares de calidad, no solo afecta a los consumidores que se enfrentan a productos defectuosos en cortos periodos, sino que también arroja una sombra oscura sobre el medio ambiente.

La Procuraduría Federal del Consumidor en México (Profeco) ha emitido un comunicado en el que destaca que una parte significativa de la ropa que se adquiere actualmente cae en la categoría de “desechable”. Esta etiqueta se asocia principalmente con el auge del Fast Fashion, una tendencia que implica la producción masiva y rápida de ropa con escasos estándares de calidad, desde los materiales hasta la disposición final de la mercancía no vendida.

Marcas en la mira: Fast Fashion en Colombia

En una lista proporcionada por Profeco, se mencionan algunas de las marcas emblemáticas de este modelo de negocio, con presencia no solo en México sino también en Colombia. Entre las mencionadas se encuentran Bershka, Esprit, Forever 21, Gap, Guess, H&M, Mango, Oysho, Pull & Bear, Shein, Zaful, Massimo Dutti, Zara, Victoria´s Secret, Stradivarius, United Colors of Benetton y UrbanOutfitters.

Profeco destaca que estas marcas basan su éxito en la rápida rotación de sus productos, introduciendo constantemente nuevos modelos para sustituir a los agotados. Este ciclo, que se repite en intervalos máximos de seis semanas, contribuye significativamente a la sobreproducción y al consecuente desperdicio.

Impacto ambiental y prácticas laborales cuestionables

Además de la problemática para los consumidores, la cadena de producción del Fast Fashion se ve empañada por prácticas laborales cuestionables. La producción en países como Bangladesh, donde los salarios son precarios, se suma a la utilización de materiales de baja calidad para reducir costos.

Profeco señala que estas marcas suelen emplear fibras sintéticas derivadas del petróleo, como el poliéster, el nylon, el rayón o el acrílico. Estos materiales comparten similitudes con los polímeros utilizados en envases desechables, exacerbando así la crisis ambiental.

“Esta ropa podría considerarse también desechable, ya que su mala calidad impide en muchos casos su reutilización o una extensión de su ciclo de vida”, afirmó la Procuraduría Federal del Consumidor en México.