La economía alemana experimentó una contracción del 0,3% en el segundo trimestre de 2025, según datos definitivos publicados este viernes por la Oficina Federal de Estadística (Destatis). La cifra representa un deterioro respecto a la estimación preliminar de julio, que había calculado una caída del 0,1% del producto interior bruto (PIB).

La revisión a la baja se atribuye principalmente al menor rendimiento de la producción industrial, que se vio afectada por las turbulencias en el comercio internacional y la debilidad en la cartera de pedidos empresariales. Paralelamente, el deterioro de las perspectivas laborales y la desaceleración en el crecimiento salarial impactaron negativamente el consumo privado doméstico.

El PIB alemán, ajustado por variaciones de precios, estacionales y de calendario, registró esta contracción entre los meses de abril y junio, consolidando las dificultades económicas que arrastra el país desde 2023.

Esta caída trimestral se produce después de que la economía alemana registrara contracciones tanto en 2023 como en 2024. El primer trimestre de 2025 había mostrado signos de recuperación con un crecimiento del 0,3%, cifra que también fue revisada a la baja desde el 0,4% inicialmente reportado.

Los analistas económicos atribuyen el ligero repunte de principios de año a efectos anticipatorios relacionados con los planes del presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles comerciales a la Unión Europea.

Los datos económicos intensifican la presión sobre el gobierno del canciller Friedrich Merz (Unión Cristianodemócrata, CDU) para implementar medidas de reactivación económica. Las proyecciones del Bundesbank, el banco central alemán, no ofrecen perspectivas alentadoras, ya que prevén un escenario de estancamiento durante el tercer trimestre del año.

En paralelo a los datos del PIB, Destatis informó que el gasto público alemán superó los ingresos durante el primer semestre de 2025. No obstante, el déficit consolidado del gobierno federal, los estados federados, los municipios y la seguridad social se mantuvo en niveles relativamente controlados.

Según las cifras preliminares, el déficit público representó el 1,3% en relación con la producción económica total, una proporción considerada manejable por los estándares europeos.

Con información de dw