El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, declaró este miércoles que su país no logró obtener un alivio inmediato respecto a los aranceles impuestos por Estados Unidos, luego de una serie de reuniones diplomáticas celebradas en Washington. Pese a ello, calificó las conversaciones como un “primer paso positivo” en un proceso que, según anticipó, “no será fácil”.

El enviado especial japonés, Ryosei Akazawa, sostuvo encuentros con el presidente Donald Trump, el secretario del Tesoro Scott Bessent, y el representante comercial Jamieson Greer, en un intento por reducir las tensiones comerciales bilaterales surgidas por la imposición de tarifas estadounidenses a productos japoneses.

Diálogo sin resultados concretos

Según Ishiba, las reuniones permitieron sentar una base para futuras negociaciones, aunque admitió que persisten diferencias importantes entre ambas naciones. “Reconocemos que esta ronda de conversaciones ha creado una base para los próximos pasos, y lo apreciamos”, expresó el mandatario en declaraciones desde Tokio.

Por su parte, el presidente Trump calificó la reunión con Akazawa como un espacio de “grandes avances” a través de su red social Truth Social. Sin embargo, no se anunciaron medidas concretas sobre los aranceles, que permanecen vigentes.

Actualmente, Japón enfrenta un arancel del 10% sobre sus exportaciones hacia Estados Unidos, en el marco de la política arancelaria aplicada por la administración Trump. Sectores estratégicos como el automotriz, el acero y el aluminio son los más afectados por estas medidas.

Impacto en la industria automotriz japonesa

El sector automotor representa una parte significativa de la economía japonesa. Se estima que uno de cada diez empleos en Japón está vinculado a esta industria, lo que convierte el tema arancelario en una prioridad para el gobierno nipón.

Durante su visita a Washington, Akazawa calificó como “extremadamente lamentables” los aranceles impuestos y expresó a sus contrapartes estadounidenses la preocupación de Tokio sobre los efectos en el empleo, la inversión y la competitividad bilateral.

“Solicité firmemente que Estados Unidos revise la serie de medidas arancelarias”, declaró el funcionario japonés ante medios de comunicación, subrayando el interés de su país en mantener una relación comercial equilibrada y sostenible con Washington.

Periodo de gracia de 90 días para negociaciones

Actualmente, Japón se encuentra dentro de un período de suspensión temporal de 90 días sobre los llamados aranceles “recíprocos” anunciados por la Casa Blanca. Esta moratoria, sin embargo, no se aplica a China, país sobre el cual ya se han ejecutado estas medidas.

El objetivo de este periodo es permitir la concreción de acuerdos bilaterales que reduzcan el déficit comercial de Estados Unidos con sus principales socios. Akazawa confirmó que Washington expresó su interés en cerrar un acuerdo dentro de este plazo, mientras que Japón también espera avances en el corto plazo.

Temas no abordados y próximos pasos

El tipo de cambio del yen y las posibles compras japonesas de equipamiento de defensa estadounidense no fueron discutidos durante esta ronda de negociaciones, según confirmó Akazawa. Aunque informes anteriores habían mencionado el interés de la Casa Blanca en abordar dichos temas, Tokio no los incluyó oficialmente en la agenda.

Ambos gobiernos manifestaron su disposición para continuar las conversaciones y alcanzar un acuerdo “lo antes posible”, el cual sería anunciado de manera conjunta por el presidente Trump y el primer ministro Ishiba, en caso de concretarse.

En el intertanto, Japón continuará explorando una solución diplomática que le permita mantener su papel como principal inversionista extranjero en Estados Unidos y consolidarse como aliado estratégico en la región Asia-Pacífico.