En un juicio sin precedentes en Aviñón, Francia, el tribunal ha dictado este jueves una sentencia histórica contra Dominique Pelicot, de 72 años, quien ha sido condenado a 20 años de prisión por crímenes cometidos durante una década contra su exesposa Gisèle Pelicot.

El presidente del tribunal, Roger Arata, pronunció el veredicto ante un acusado que permaneció impasible: “Señor Pelicot, respecto al conjunto de los hechos, lo declaramos culpable de violación con agravantes”.

El caso, que ha captado la atención internacional con 180 medios acreditados —86 de ellos extranjeros—, también ha resultado en la condena de otros 50 implicados. La fiscalía ha solicitado penas entre 10 y 18 años de prisión para 49 de ellos, superando la media nacional francesa de 11,1 años para casos similares según datos del Ministerio de Justicia.

“Este veredicto debe enviar un mensaje de esperanza a las víctimas y servir para lograr un cambio en la sociedad”, declaró Laure Chabaud, representante de la fiscalía, destacando la trascendencia social del caso.

La defensa, representada por la abogada Béatrice Zavarro, había solicitado una reducción de la pena considerando los “traumas” que su cliente sufrió durante su infancia, incluyendo una agresión a los 9 años.

El colectivo Amazonas de Aviñón mostró su apoyo a la víctima con carteles alrededor del tribunal que rezaban “Navidad en prisión, Pascua entre rejas” y “la vergüenza cambió de bando”. Una representante del movimiento señaló: “La violencia afecta a las mujeres en todo el mundo. Es por eso que todas las miradas están puestas en lo que ocurrirá”.

El caso ha adquirido especial relevancia en Francia, donde más de 200.000 mujeres denuncian agresiones cada año. La figura de Gisèle Pelicot se ha convertido en un símbolo de resistencia y esperanza, instando a otras víctimas a “dejar de callar” para que “la vergüenza cambie de bando”.