Un caso de corrupción que ha generado indignación en la opinión pública en China ha salido a la luz recientemente. Li Chuanliang, un exfuncionario de 61 años, acumuló una fortuna ilícita de más de 423 millones de dólares mientras ocupaba cargos en pequeñas ciudades de la provincia de Heilongjiang. Lo que llama la atención es que logró huir del país sin ser detectado.

Según las autoridades chinas, Li malversó alrededor de 2.900 millones de yuanes y obtuvo beneficios de 49 millones de yuanes a cambio de favores. Además, se apropió de 110 millones de yuanes de fondos públicos y registró una empresa con fondos estatales para obtener 73 millones de yuanes en ganancias ilegales. Las autoridades han congelado una vasta cantidad de activos, incluyendo propiedades, terrenos, automóviles y acciones.

El caso de Li ha generado un gran revuelo en las redes sociales chinas, especialmente en la plataforma Weibo, donde muchos usuarios han expresado su frustración ante la corrupción y la impunidad de altos funcionarios. La campaña anticorrupción del presidente Xi Jinping, lanzada en 2013, ha llevado a la caída de cientos de funcionarios, pero casos como el de Li subrayan las dificultades para controlar la corrupción en ciudades más pequeñas y económicamente deprimidas, donde la supervisión es menos estricta.

Li, quien se encuentra prófugo en Estados Unidos desde 2018, ha negado cualquier irregularidad y ha afirmado que el objetivo de las acusaciones es “venganza, robo, intimidación y enviar un mensaje”. El exfuncionario ha expresado su deseo de aclarar y explicar los hechos, y ha llamado a una mayor transparencia y justicia en China.

Con información de elcolombiano