Estados Unidos y China han alcanzado un acuerdo para reducir sustancialmente los aranceles sobre los productos comerciales de ambas naciones, estableciendo una tregua de 90 días en su prolongada guerra comercial. El pacto, anunciado este lunes en Ginebra, representa un importante paso hacia la desescalada de tensiones económicas entre las dos potencias mundiales.

Según anunciaron el representante de Comercio estadounidense, Jamieson Greer, y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, los gravámenes combinados de 145% que aplicaba Estados Unidos a la mayoría de las importaciones chinas se reducirán al 30%, mientras que los aranceles chinos de 125% sobre productos estadounidenses bajarán al 10%. Estas reducciones entrarán en vigor a partir del 14 de mayo.

El Ministerio de Comercio chino precisó que ambas partes acordaron cancelar el 91% de los aranceles sobre los productos del otro y suspender otro 24% durante el período de tregua, sumando una reducción total de 115 puntos porcentuales.

“Estamos de acuerdo en que ninguna de las partes quiere desvincularse”, declaró Bessent tras dos días de intensas negociaciones. “Lo que había ocurrido con estos aranceles muy altos era el equivalente a un embargo, y ninguna de las partes quiere eso. Queremos comercio, queremos un comercio más equilibrado”.

Los mercados financieros reaccionaron positivamente ante el anuncio. Los futuros del S&P 500 subieron un 2,6%, mientras que los del Promedio Industrial Dow Jones aumentaron un 2%. En Asia, el índice Hang Seng de Hong Kong se disparó casi un 3%, y los índices de referencia en Europa también registraron ganancias significativas.

Los precios del petróleo subieron más de 1,60 dólares por barril, los rendimientos de los bonos del Tesoro aumentaron y el dólar se fortaleció frente al euro y el yen japonés. El yuan offshore se apreció más de un 0,5% antes de moderar sus ganancias.

Durante los próximos tres meses, ambos países trabajarán en un acuerdo más amplio para resolver sus diferencias comerciales de larga data. Bessent confirmó que los funcionarios de Estados Unidos y China se reunirán nuevamente en las próximas semanas para continuar las negociaciones.

“Al igual que con todos nuestros demás socios comerciales, mientras haya un esfuerzo de buena fe, compromiso y un diálogo constructivo, seguiremos avanzando”, afirmó el secretario del Tesoro, quien también señaló la posibilidad de extender la tregua más allá de los 90 días iniciales si las conversaciones progresan satisfactoriamente.

Expertos como Mark Williams, economista jefe de Asia en Capital Economics, califican el acuerdo como “una desescalada sustancial”, aunque advierte que “no hay garantía de que la tregua de 90 días dé paso a un alto el fuego duradero”.

Por su parte, Jens Eskelund, presidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China, expresó cautela al señalar que “las empresas necesitan previsibilidad para mantener operaciones normales y tomar decisiones de inversión”.

El acuerdo representa un alivio para el comercio global, que el año pasado superó los 660.000 millones de dólares entre ambas naciones. Los aranceles excesivamente altos habían amenazado con interrumpir severamente las cadenas de suministro mundiales y dañar la economía internacional.

Con información de la república y ap